TRASTORNOS ASOCIADOS A NECESIDADES BIOLÓGICAS Y ADICCIONES.
1. Trastornos de la alimentación: son desórdenes en la alimentación.
- Anorexia nerviosa o mental: la persona que la padece se niega de manera voluntaria a comer y experimenta una alarmante pérdida de peso. Cuando la delgadez se hace patente y la familia les obliga a comer fingen haber comido, esconden la comida, provocan el vómito, toman laxantes y diuréticos, etc. Las personas con anorexia tienen una fuerte distorsión de su imagen corporal, ya que perciben su cuerpo de forma equivocada: se ven “gordas o gordos y pocos atractivos”. Las causas de esta anomalía no están muy claras. Entre sus causas pueden estar el rechazo inconsciente de la propia imagen, el miedo a crecer, conflictos familiares, trastorno hormonal, déficit hipotalámico, culto al cuerpo, etc.
- Bulimia nerviosa: crisis de apetito voraz e incontrolado. Es frecuente que se combine con la actitud anoréxica, y el paciente, después de cada comida desordenada, intente vomitar. La lucha entre la atracción por la comida y el rechazo posterior se vive con ansiedad, sentimientos de culpa y autodesprecio. Normalmente, la ingestión exagerada de comida se inicia como compensación por un disgusto o fracaso.
2. Trastornos de la impulsividad y adicciones: dificultad para controlar determinadas tendencias o apetitos que el sujeto considera placenteros o urgentes de satisfacer, sin que otro tipo de razones (económicas, familiares, éticas, etc.) puedan frenar esta tendencia a pasar al acto. Aquí estarían, entre otros, los siguientes trastornos: comprador compulsivo, ludopatías, cleptomanía, drogodependencias, alcoholismo, adicción al sexo, adicción tecnológica (móvil, internet…), etc.
3. Trastornos de la sexualidad: los más frecuentes son en los hombres, la impotencia, la eyaculación precoz y la falta de interés sexual; en las mujeres, la falta de deseo o de excitación sexual, la falta de orgasmo y el vaginismo.
1. Ansiedad:
estado de aprensión o tensión acompañado de conductas de evitación ante situaciones consideradas irracionalmente amenazantes o peligrosas. La ansiedad suele ir acompañada de manifestaciones fisiológicas como la sudoración, palpitaciones, tensión muscular, ahogo…, y no se considera patológica cuando la respuesta es proporcionada a la situación.
Los trastornos de ansiedad se suelen agrupar en distintas categorías:
a) Trastornos fóbicos (fobias): temores irracionales ante una situación, objeto o actividad. Las más comunes son la agorafobia (temor a los lugares públicos) o la claustrofobia (pánico a los lugares cerrados.)
b) Trastorno obsesivo – compulsivo. Aquí entrarían las obsesiones del pensamiento, ideas, imágenes o recuerdos que se imponen a la conciencia de un modo involuntario, aunque se consideren generalmente repugnantes o sin sentido. Por ejemplo, dudar sistemáticamente de haber realizado alguna acción. También las compulsiones que son conductas repetitivas, hechas siempre de la misma manera que se realizan en respuesta a una obsesión, sin sentido y con finalidades preventivas de tipo “mágico”.
Tener de vez en cuando pensamientos obsesivos o conductas compulsivas es muy habitual, pero cuando llegan a ser persistentes e interfieren en el modo de vivir o provocan angustia estamos ante una situación patológica. Por ejemplo, verificar que se ha cerrado la llave del gas es normal, verificarlo 10 veces no lo es.
c) Trastornos del estrés postraumático: aparece después de haber vivido situaciones traumáticas: accidente, agresión, catástrofes naturales, etc. Quienes lo padecen reviven la agresión sufrida como un recuerdo constante, o, rehúyen hablar del acontecimiento y muestran síntomas de irritabilidad o insensibilidad cuando se les recuerda el hecho.
d) Ansiedad generalizada: la persona que lo sufre no puede identificar la causa de su trastorno y por tanto es incapaz de evitarlo. Freud la llamaba “ansiedad flotante”.
2) La depresión:
sentimientos profundos de tristeza y desesperanza. Se considera clínica o depresión mayor cuando la persona sufre más de dos semanas seguidas la mayoría de los siguientes síntomas: desesperanza, crisis de llanto, trastornos del sueño y el apetito, desgana sexual, agotamiento, sentimientos negativos hacia uno mismo, y, en casos extremos, alucinaciones y delirios. Todo esto impide a la persona llevar una vida normal en el trabajo y las relaciones personales.
Hay distintos tipos de depresiones:
- Depresión reactiva: provocada por causas externas y que son bastante comunes e incluso pueden ser saludables hasta cierto punto, porque ayudan a asimilar el hecho.
- Depresión endógena: debida a causas orgánicas internas (bioquímicas, genéticas o neurológicas) y provocan que, sin motivo aparente, la persona que se encontraba bien hasta ese momento caiga en el abatimiento y la desesperanza.
3) La manía: es la emoción opuesta a la depresión. Las personas con este trastorno aparentan una alegría desbordante, son hiperactivos y muestran un optimismo exagerado que unido a una autoestima sobrevalorada, hacen que la persona maníaca se arriesgue a emprender acciones inadecuadas en la confianza de que todo les va a ir bien.
4) Trastorno bipolar o psicosis maníaco-depresiva: alternancia de depresión y manía.
5) Indiferencia emocional: estado de insensibilidad, de anestesia afectiva, de frialdad emocional, y una situación de desapego psíquico, lo cual, si se vive así de forma inconsciente, ocasiona problemas de crecimiento personal y problemas sociales.
6) Dependencia afectiva: se manifiesta en las relaciones de pareja, familia o amistad. La persona dependiente se somete, idealiza y magnifica al otro. Para el dependiente esta situación afecta de forma negativa a su autoestima, y a su salud física y/o mental. Pese al malestar y al sufrimiento que la relación les cause se sienten incapaces de dejarla.
TRASTORNOS ASOCIADOS A ELEMENTOS CORPORALES
1. Los trastornos Picosomáticos,
también llamados trastornos somatomorfos: grupo de enfermedades caracterizadas por molestias diversas, en mayor o menor grado difusas, que aquejan al paciente pero que no pueden ser explicadas por la existencia de una lesión orgánica, o al menos no de manera concluyente.
Los pacientes suelen insistir en la presencia de síntomas físicos como dolor, inflamación, náuseas, vértigo, debilidad o lesiones, pero niegan tener problemas psiquiátricos, acompañado de demandas persistentes de exámenes y pruebas diagnósticas a pesar de que los hallazgos continuamente resultan negativos y de la garantía de los tratantes que los síntomas no tienen justificación orgánica.
La sensación física reportada por los pacientes con trastornos somatomorfos no es ficticia o inventada, es sintomatología real que no tiene explicación o causa física. El diagnóstico de un trastorno somatomorfo implica que los factores psicológicos son un gran contribuyente a la aparición, gravedad y duración de los síntomas referidos. Los trastornos somatomorfos no son el resultado de simulación consciente.
Los más importantes son:
- Neurosis de conversión. Trastorno cuya causa es un conflicto psicológico que se convierte en un síntoma orgánico (EJ: ceguera sin lesión en el ojo). Los síntomas de la conversión no sólo existen por algo, sino para algo. Es decir, el trastorno de alguna manera le resulta útil a quien lo sufre, pues le libra de realizar determinadas cosas. (EJ: padecer dolores de cabeza cuando tenemos que ir a algún lugar que no nos apetece nos excusa de hacerlo.)
- Hipocondría. Su síntoma capital es la preocupación excesiva del paciente por su salud. Temores infundados, abuso de medicamentos y asistencia a consulta, etc.
2.Trastornos disociativos:
cuando la persona sufre una súbita pérdida de memoria o experimenta un cambio de identidad. Suelen ocurrir en situaciones extremas de tensión, en los que el conocimiento consciente se separa de los recuerdos, sentimientos o pensamientos anteriores. Hay varios tipos:
- Amnesia: incapacidad para recordar hechos o situaciones. Es la respuesta a un estrés psicológico intolerable y suele ser selectiva, es decir, se olvida lo que resulta especialmente doloroso. Aparece y desaparece súbitamente.
- Fuga: supone también un olvido, pero implica además una huida: de la propia casa y de la propia identidad. Después se recuerda la identidad pero no lo que ocurrió durante la fuga.
- Personalidades múltiples: amplia disociación del yo, hasta tal punto que las personas que lo sufren tiene dos o más personalidades diferenciadas, con pautas de conducta y relaciones sociales propias, y, por supuesto, con comportamientos muy diversos. Las distintas personalidades no se manifiestan simultáneamente, sino que se alternan entre sí, de modo que se pasa bruscamente de una a otra. Generalmente, existe una personalidad principal que convive con otras personalidades secundarias. La causa estaría en un trauma infantil (abusos) y representan un esfuerzo desesperado para huir de su propio interior.
TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Se producen cuando el comportamiento y los rasgos que forman la personalidad se desorganizan de tal modo que provocan un deterioro y una inadaptación en las relaciones sociales y en la vida laboral. Algunos de ellos son:
1. Trastorno antisocial, psicopatía, sociopatía. La persona que lo padece viola reiteradamente las normas de conducta, en el hogar y frente a la sociedad. Con su conducta hace sufrir a los demás, aunque no acusa sufrimiento propio ni sentimiento de culpa. Suelen aparece antes de los 15 años y se caracterizan por la falta de reflexión ante las consecuencias de la actuación, pobreza sentimental o carencia en la capacidad de sentir amor, pena, arrepentimiento, vergüenza, etc. La causa estaría en factores ambientales de privación afectiva y también en factores genéticos con anomalías en la función del sistema límbico.
2. Trastorno paranoide: las personas que lo padecen muestran rasgos de desconfianza, suspicacia, susceptibilidad, no aceptan las críticas, creen tener siempre razón y piensan que la culpa es siempre de los otros. Son orgullosos, fríos y con escaso sentido del humor.
3. Trastorno histriónico: personas que están muy pendientes de lo que opinen los demás, y tratan de impresionar con una conducta teatral, llamativa. Logran hacer amistades con facilidad, pero se convierten en posesivos, exigentes, egocéntricos, y reclaman constantemente la atención. Parece como si estuvieran “en escena” de modo permanente.
4. Trastorno esquizofrénico o esquizoide: son las que en líneas generales se suelen calificar como demencias (locura, psicosis), siendo su característica común la falta de lógica o la incomprensibilidad de la conducta, soliendo aparecer a edades tempranas. La esquizofrenia supone la escisión de los mecanismos psíquicos normales y que la mente funcione por leyes que están fuera de la lógica, dando como resultado comportamientos muy extraños. El esquizofrénico tiende a refugiarse en su mundo interior, aislándose del ambiente. Los síntomas más característicos son: sonoridad del pensamiento, alucinaciones auditivas, percepción delirante, sentimientos interferidos, alteraciones en el movimiento y la postura, etc.
Los esquizofrénicos pueden sufrir delirios tales como creer que son enviados de Dios herederos al trono de Inglaterra o que los teléfonos les roban el cerebro, y están incapacitados para cualquier forma de trato social. Entre sus posibles causas estarían: el desequilibrio bioquímico cerebral (exceso de un neurotransmisor: la dopamina), la herencia genética, las infecciones víricas, el estrés grave y las lesiones cerebrales.
5. Trastorno narcisista: es un trastorno en el que una persona está excesivamente preocupada por la aceptación de los demás, el poder, el prestigio, la vanidad, y es mentalmente incapaz de ver el daño destructivo que está causando a sí mismo y a muchos otros.
6. Trastorno de personalidad limítrofe o límite: es una afección mental por la cual una persona tiene patrones prolongados de inestabilidad emocional generalizada, pensamiento extremadamente polarizado y dicotómico, relaciones interpersonales caóticas, inestabilidad de la autoimagen y de la conducta, así como del sentido de identidad, que puede llevar a periodos de disociación.
7. Trastorno de personalidad dependiente: necesidad general y excesiva de que se ocupen de ellos (comportamiento de sumisión o adhesión), además de un gran temor de separación. Tienen dificultades para tomar las decisiones, de que otros asuman la responsabilidad en las áreas fundamentales de su vida; dificultades para expresar desacuerdo debido al temor a la pérdida de apoyo o aprobación, dificultades para iniciar proyectos o para hacer las cosas a su manera; deseo de lograr protección y apoyo de los demás; se siente incómodo o desamparado cuando está solo debido a sus temores exagerados, y cuando termina una relación importante, busca urgentemente otra relación; estando preocupado por el miedo al abandono y que tenga que cuidar de sí mismo.
TRASTORNOS ASOCIADOS AL DESARROLLO EVOLUTIVO
Están relacionados con el proceso de evolución y desarrollo del ser humano, desde su etapa embrionaria, hasta la vejez. Algunos de ellos son:
1. Autismo: Trastorno psicológico que se caracteriza por la intensa concentración de una persona en su propio mundo interior y la progresiva pérdida de contacto con la realidad exterior.
2. Retraso mental: La discapacidad cognitiva o discapacidad intelectual consiste en una adquisición lenta e incompleta de las habilidades cognitivas durante el desarrollo humano, que conduce finalmente a limitaciones sustanciales en el desenvolvimiento corriente. ...
3. Déficit de atención: Se trata de un trastorno del comportamiento caracterizado por distracción moderada a grave, periodos de atención breve, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas impulsivas.se caracteriza por dificultades para mantener la atención /concentración, hiperactividad o exceso de movimiento e impulsividad o dificultades en el control de los impulsos.
4. Hiperactividad: se caracteriza por un déficit de atención y un exceso de actividad motora (que desaparece con el tiempo.)
5. Trastornos de aprendizaje: afectan la forma en que el cerebro procesa la información, eso hace que, aunque la inteligencia sea normal o superior en el individuo, tiene dificultades para entender algunos conceptos, temas, áreas, etc.
6. Trastornos asociados a la vejez: se producen como consecuencia del proceso de envejecimiento. Algunos de ellos son la depresión, alzheimer, demencia senil, confusión mental, neurosis, psicosis y trastorno paranoide.