http://www.mercaba.org/Delgado/Personalidad/indice.htm
Las personas con un trastorno de la personalidad por dependencia se caracterizan, tal como su nombre indica, por una excesiva dependencia de otras personas en cuestiones fundamentales de la vida. Tienen una actitud esencialmente pasiva, dejando que sean los otros los que asuman sus responsabilidades y decidan continuamente por ellos, especialmente cuando se trata de asuntos importantes.
Esta alteración se da con más frecuencia entre las mujeres y obedece a una profunda inseguridad, a una gran falta de confianza en uno mismo, como consecuencia de una pobre valoración de las propias capacidades y de la propia valía en general.
Al considerarse inútiles, incapaces de poder decidir o resolver cualquier cuestión de mediana dificultad o importancia, prefieren que sean los demás los que actúen por ellos, los que les digan lo que tienen que hacer. Su dependencia de los otros, suele llegar hasta el punto de solicitar que les digan en que deben trabajar, qué deporte han de realizar, cómo se deben divertir, o con quién se tienen que relacionar.
De este modo se establece una estrecha dependencia de ciertas personas sin cuya ayuda les resulta imposible vivir, pasándolo mal cuando estos se ausentan durante pequeños periodos de tiempo. Esta situación les lleva a mostrarse con aquellos de los que dependen con extraordinaria amabilidad y consideración, procurando acomodarse plenamente a todos sus deseos y caprichos; incluso en muchos casos, son capaces de soportar todo tipo de abusos y humillaciones con tal de poder continuar así y no verse obligados a regir su propia vida, lo cual les parece algo totalmente imposible y aterrador.
Este trastorno de la personalidad se corresponde con las descripciones que Adler hizo sobre el tipo de carácter neurótico en el cual la persona se resigna, asumiendo plenamente su sentimiento de inferioridad como algo evidente e inevitable, con lo cual se comporta como tal, mostrando permanentemente su incapacidad y con la sensación de no ser merecedor de nada.
A pesar de todo lo anterior, suelen vivir angustiados, pensando en lo que podían ser de ellos si la persona de la que depende muere o les abandona. Lo cual, junto con su inseguridad, y pobre imagen que tienen de sí mismo, facilitan que estas personas puedan padecer, además de este trastorno de la personalidad, trastornos de ansiedad y trastornos depresivas, a veces muy graves.
Principales características de la personalidad dependiente:
- Excesiva dependencia de otras personas.
- Autoimagen devaluada.
- Incapacidad para asumir responsabilidades.
- Inseguridad.
- Indecisión.
- Resignación.
- Sumisión.
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