http://iesfranciscodelosrios.es/sites/default/files/users/7/arch/psicologia_2.pdf
4.1.1. Utiliza su iniciativa personal para confeccionar un cuadro comparativo de las diferentes teorías del aprendizaje: Condicionamiento Clásico (Pavlov y Watson), aprendizaje por Ensayo-Error (Thorndike), Condicionamiento Instrumental (Skinner), Teoría Cognitiva (Piaget), Gestalt (Khöler) y aprendizaje Social o Vicario (Bandura), entre otros, utilizando medios informáticos.
A principio del siglo XX J.B. Watson (1878-1958) propuso que la Psicología debía olvidarse de la mente (pensamientos, sentimientos, motivos,…) y centrarse en el estudio de la predicción y control de la conducta (behavior, en inglés.) Este es el enfoque denominado conductismo, que pone el énfasis sobre la conducta observable (tanto humana como animal), y las relaciones entre estímulo y respuesta. Dentro del conductismo hay diferentes perspectivas.
El condicionamiento clásico o respondiente. Teoría desarrollada por Paulov (1849-1936) y Watson según la cual se puede provocar una respuesta condicionada mediante el condicionamiento del estímulo. Mediante experimentos con perros observó que ante la presencia de comida (estímulo incondicionado) se producía la salivación del perro como respuesta refleja no aprendida (respuesta incondicionada); entonces consiguió provocar mediante un estímulo condicionado (campanilla, luz,…) una respuesta condicionada o aprendida (salivación), mediante la asociación del estímulo neutro (campanilla, luz…) con la comida (estímulo incondicionado.)
Paulov observó que el aprendizaje se produce de manera rápida si se presentan casi a la vez el estímulo incondicionado y el estímulo neutro, sin apenas intervalo de tiempo, así, éste se convierte en estímulo condicionado. Mientras mayor sea el intervalo más repeticiones deben hacerse para que se produzca el aprendizaje, y si es muy grande, es prácticamente imposible que tal aprendizaje se produzca, pues la asociación no tiene lugar. A medida que deja de presentarse el estímulo incondicionado asociado al estímulo condicionado, deja de provocarse la respuesta, es decir, se produce una extinción de una conducta.
B.F. Skinner realizó experimentos con palomas (palancas) y ratas (laberinto). En el caso de la paloma: cuando llega la hora de la comida y no se le da, el animal se inquieta y realiza distintos movimientos. Por azar, aprieta una palanca y entonces cae comida. Tras ensayos repetidos, la paloma asocia apretar la palanca con la consecución del alimento; y a partir de ese momento, cuando sienta hambre apretará la palanca y obtendrá lo deseado. La paloma ha aprendido una respuesta para conseguir algo, un estímulo neutro (palanca) se convierte en estímulo condicionado capaz de desencadenar una conducta en forma de respuesta motora.
En el proceso de aprendizaje la respuesta tiene como consecuencia el refuerzo, o premio obtenido por la realización de la conducta, pero, ¿cuál será el refuerzo adecuado? Se ha utilizado comida, bebida, satisfacción sexual, cese de situaciones angustiosas (estar pisando rejillas electrificadas.), etc. pero siempre se crea un estado de privación anterior. Se habla de refuerzo negativo cuando lo que se produce es una eliminación de estímulos no satisfactorios para el sujeto (dolorosos.)
El castigo es un estímulo con un efecto contrario del refuerzo, es decir, disminuye la posibilidad o frecuencia de la conducta. Se utilizan para así extinguir conductas no deseadas. El castigo puede ser positivo (la conducta es acompañada de estímulos dolorosos para evitar conducta) o negativo (perdida de situaciones agradables como resultado de la conducta.)
Skinner también investigo sobre la conducta humana, sobre todo en el contexto escolar, donde intentó demostrar que mediante amenazas y castigos, se consiguen unos resultados positivos mucho más bajos y con efectos secundarios mucho peores que con el sistema de refuerzo positivo. Su aportación más interesante es la de la enseñanza programada, en la que los éxitos en determinadas tareas actúan de refuerzo para posteriores aprendizajes.
Los programas de modificación de conducta son la aplicación terapéutica más relevante de las teorías de Skinner. Estos programas consisten en la adquisición o supresión de conductas mediante el modelamiento. Por ejemplo para superar el miedo a volar o a ciertos animales.
Aprendizaje por observación o aprendizaje social. Es la teoría de A. Bandura, basada en la idea de que los sujetos aprenden por imitación de conductas que realizan otros sujetos. Ante un modelo de conducta el sujeto realiza un proceso de aprendizaje en distintas etapas:
-observación (reconocer propiedades distintivas de una conducta),
-retención (almacenamiento en memoria)
-ejecución (el sujeto ejecuta la conducta apropiada y una vez reproducida, dicha conducta es reforzada por condicionamiento operante en un proceso de modelamiento.)
Estas técnicas se aplican en programas de entrenamiento en habilidades sociales para personas inhibidas o agresivas. Los modelos a imitar desde pequeños son el padre y la madre, familiares, amigos, profesores, y modelos simbólicos (héroes, famosos, etc.) Los adultos suelen imitar a personajes públicos de éxito social y económico. Los modelos son más eficaces cuando hay coherencia entre palabras y acciones.
Las teorías cognitivas del aprendizaje se refieren específicamente al aprendizaje humano y parten del supuesto de que hay una interacción entre el individuo (capacidades cognitivas) y el medio. Para estas teorías, el conocimiento no es el resultado de una mera copia de la realidad preexistente, sino de un proceso dinámico e interactivo a través del cual la información externa es interpretada y reinterpretada por la mente, que va construyendo progresivamente modelos explicativos, cada vez más complejos y potentes. Conocemos la realidad a través de modelos propios que construimos para explicarla y que pueden mejorarse o cambiarse con la ayuda de la intervención didáctica. Las teorías cognitivas, que se asocian al modelo constructivo de aprendizaje, han tenido una gran influencia en las teorías de la enseñanza. Dentro de las teorías cognitivas podemos señalar:
La teoría del desarrollo potencial. Según Vigotsky el proceso de desarrollo sigue al proceso de aprendizaje, que crea una zona de desarrollo potencial, que es la distancia entre el nivel desarrollo real, determinado por la resolución de un problema sin ayuda, y el nivel desarrollo potencial, determinado por la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración de sus compañeros más competentes.
Con respecto a la presentación de los nuevos contenidos, distingue entre aprendizaje por recepción, donde el alumno/a recibe los contenidos que debe aprender en su forma final, para su comprensión y asimilación, y aprendizaje por descubrimiento, donde el contenido no se da en su forma acabada, sino que el alumnado tiene que descubrirlo y reorganizarlo antes de asimilarlo.
Según Ausubel para que se produzcan aprendizajes significativos de nuevos conceptos deben darse dos condiciones:
- Los nuevos materiales que van a ser aprendidos deben ser potencialmente significativos para poder ser relacionados con los conocimientos previos que posee el sujeto.
- El sujeto debe tener disposición de asociar los conceptos nuevos con los conceptos ya adquiridos, es decir, debe querer aprender.
La experiencia previa puede facilitar o también dificultar el “Insight” (aprendizaje). Lo facilita en problemas estructuralmente similares o que tengan rasgos estructurales en común, y lo dificulta cuando las tareas requieren una solución nueva o productiva.
Según esta teoría, la repetición de una experiencia se acumula sobre las experiencias anteriores solo si el segundo evento se reconoce como una recurrencia del anterior; además considera que el aprendizaje, si es comprensivo, es más rápido y supone una mayor retención que el aprendizaje memorístico o asociativo; también sostiene que un patrón de relación dinámica descubierto o comprendido en una situación es aplicable a otra (transferencia); y que las recompensas y los castigos no actúan de forma automática o inconsciente para fortalecer los actos sino que tenían que percibirse como pertenecientes al acto previo.
Wertheimer sostuvo que era preciso enseñar a los niños conceptos globales, que contribuyeran a su intelección general, antes que inculcarles los detalles; porque cuando los pormenores les son enseñados primero, a menudo los alumnos se confunden y no logran comprender el significado de lo que aprenden. “El todo es más que la suma de las partes"
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