lunes, 20 de febrero de 2017

4.3.1


 431 Valora la importancia de las teorías de Gardner y Goleman, realizando un esquema de las competencias de la inteligencia emocional y su importancia en el éxito personal y profesional.


La Teoría de la Inteligencias Múltiples, de Howard Gardner, entiende la inteligencia como conjunto de capacidades (inteligencias) que marcan las potencialidades de cada individuo, en una serie de escenarios de expansión de la inteligencia.

Según esta teoría cada persona tiene siete inteligencias, habilidades cognoscitivas que trabajan juntas, aunque como entidades semiautónomas. Cada persona desarrolla unas más que otras dependiendo del contexto de desarrollo:

1. Inteligencia lingüística. Capacidad para hablar,
escribir, leer, contar cuentos o hacer crucigramas.

2. Inteligencia lógico-matemática. Capacidad para la
resolución de problemas aritméticos, juegos de
estrategia y experimentos.

3. Inteligencia visual y espacial. Capacidad para
interpretar el espacio, imágenes, dibujos, juegos
constructivos, etc.

4. Inteligencia musical. Capacidad para entender e
interpretar canciones, sonidos, música.

5. Inteligencia corporal cinestésica. Facilidad para
procesar el conocimiento a través de las sensaciones
corporales: actividad física, fuerza, rapidez, flexibilidad, coordinación óculo-manual y equilibrio.

6. Inteligencia interpersonal (inteligencia social). Capacidad de comunicación con los demás, relaciones interpersonales, empatía, liderazgo, etc.

7. Inteligencia intrapersonal. Capacidad de autoconocimiento (reacciones, emociones y vida interior.)

8. Gardner añadió posteriormente una octava, la inteligencia naturalista o de facilidad de comunicación con la naturaleza; que consiste en el entendimiento del entorno natural y la observación científica de la naturaleza como la biología, geología o astronomía.



Teoría de la Inteligencia Emocional, de Daniel Goleman, entiende la inteligencia emocional como la capacidad para dirigir de manera inteligente las emociones y sentimientos. El origen de estas investigaciones está en el hecho de que muchas personas que mostraron alto nivel intelectual en los tests eran incapaces de mantener unas relaciones afectivas adecuadas con las personas de su entorno, lo que indicaba, que no eran tan inteligentes como mostraban las pruebas o bien la inteligencia no les sirve para gran cosa. 
Otra investigación con niños pequeños donde se estudiaba su aguante para recibir un premio (con golosinas) reveló, después de unos años, que esa capacidad para aguantar el retraso de la gratificación es una habilidad fundamental, un triunfo del cerebro pensante sobre el impulsivo, es resumen, es un signo de inteligencia emocional; y no queda reflejado en una prueba de inteligencia.

La inteligencia emocional se compone de diversas capacidades o habilidades: 

- Conciencia emocional o AUTOCONCIENCIA: identificar las emociones, sentimientos y estados de ánimo en nosotros mismos y en los demás. Intentar comprender las causas y consecuencias de esas emociones y sentimientos (¿por qué sentimos los que sentimos?), evaluar la intensidad…


- Regulación emocional o AUTOCONTROL: regular de forma positiva nuestras emociones, sentimientos y comportamiento mediante el razonamiento (diálogo interno); la tolerancia a la frustración, el manejo de la ira, la capacidad para retrasar las gratificaciones, habilidades para afrontar situaciones de riesgo (inducción al consumo de drogas, violencia…), el control del estrés, el desarrollo de la empatía y la asertividad, la reestructuración del pensamiento, etc.

- AUTOGESTIÓN PERSONAL: autonomía personal (saber tomar decisiones), autoestima (autoconcepto y autoestima: imagen que tenemos de nosotros mismos y la valoración que hacemos de esa imagen), automotivación, actitud positiva y constructiva, responsabilidad ante decisiones y comportamiento, análisis crítico sobre normas sociales, resiliencia (afrontar situaciones adversas.)

- COMPETENCIA SOCIAL: habilidades sociales básicas (saludar, despedirse, dar las gracias, pedir un favor…), respeto por los demás, comunicación receptiva y expresiva (saber escuchar y dialogar…), cooperación, empatía (capacidad para ponerse en el lugar de los demás, “sentir con los demás”, identificar sus emociones y estados de ánimo e intentar comprenderlas para actuar en consecuencia), asertividad (defender y expresar los propios derechos, opiniones y sentimientos de forma adecuada con respeto y sinceridad, saber decir NO claramente y mantenerlo, hacer frente a la presión del grupo y evitar coacciones, demorar la toma de decisiones en circunstancias de presión), anticiparse a situaciones de conflicto y saber afrontarlas (diálogo y negociación teniendo en cuenta la posición de los demás), gestionar y reconducir situaciones emocionales en los demás que requieren regulación, etc.

- Competencia para la vida y el bienestar o BIENESTAR SUBJETIVO: fijar objetivos positivos y realistas, tomar decisiones adecuadas, buscar ayuda y recursos, ciudadanía activa, cívica, responsable, crítica y comprometida; gozar de forma consciente de bienestar subjetivo y procurar transmitirlo a los demás, contribuir al bienestar de la comunidad (familia, amigos, sociedad), generar experiencias óptimas en la vida profesional, personal y social (fluir), programación neurolingüística (PNL), APRENDER A SER FELIZ.


Los beneficios de la inteligencia emocional son variados en el ámbito personal y profesional: equilibrio emocional, mayor rendimiento intelectual; mayor eficacia personal, social y laboral; facilita el estudio; mejores relaciones de amistad y en la vida en pareja; prevención de salud (menos tensión y estrés, manejo de ansiedad y depresión, etc.) En definitiva, influencias en el bienestar y la felicidad.

De cómo se combinen la inteligencia y las emociones dependerá el éxito o el fracaso de nuestra vida. El éxito social no depende en exclusiva de un elevado coeficiente intelectual, ni de la belleza o la capacidad de resolver problemas, la inteligencia sólo aporta un 20% a los ingredientes del éxito. El niño más listo de la clase no siempre alcanza el mayor éxito profesional. Muchas personas parecen tener el secreto del comportamiento social, mientras que personas muy inteligentes son un desastre relacionándose con los demás.





jueves, 16 de febrero de 2017

511



5.1.1. Utiliza y selecciona información acerca de las teorías de la motivación: Homeostática, de las Necesidades, del Incentivo, Cognitivas, Psicoanalíticas y Humanistas, utilizando mapas conceptuales y elaborando conclusiones.


Podemos definir la motivación como una fuerza o estimulación interna que resulta de una necesidad o un deseo, y que es capaz de impulsar una conducta orientada a satisfacerla. 
Otra forma de definirla sería: “conjunto de factores que nos incitan desde dentro a la acción.” 
En toda motivación existen dos elementos: la pulsión o energía básica y el objetivo que se pretende alcanzar.

Hay que distinguir entre necesidad y deseo. Las necesidades están relacionadas con la supervivencia o la calidad de vida, mientras que los deseos hacen referencia a cosas que queremos tener. Las necesidades son más importantes que los deseos. Lo que uno desea no es esencial para la vida, pero en ciertos casos no es fácil categorizar lo que para una persona es un deseo o una necesidad, ya que esto puede variar dependiendo de la persona y la situación. Por ejemplo: tener un coche, ¿es un deseo o una necesidad?
La cultura puede transformar las necesidades en deseos, y los deseos en necesidades. 

La motivación puede ser extrínseca (conjunto de recompensas, castigos externos) y motivación intrínseca (conjunto de necesidades psicológicas internas)

Teoría homeostática de la motivación (Hull, Freud, Lewin).
Cuando el organismo sufre alguna carencia, surge una necesidad biológica o psicológica para satisfacerla. Los impulsos actúan entonces para restablecer el equilibrio interno, buscando la satisfacción de esa necesidad. Si se alcanza ésta, la tensión desaparece y el organismo retorna a su estado inicial, calmándose. Por tanto, los motivos serían instrumentos mediante los cuales el organismo satisface sus necesidades y retorna al estado de equilibrio u homeostasis.

Hull distingue:
- Las motivaciones primarias o fisiológicas se originan en las necesidades fisiológicas del organismo, en sus procesos de autorregulación: sed, hambre, sexo, dormir, huir del dolor, mamar, respirar, defecar, etc. (necesidades)
- Las motivaciones secundarias o sociales (psicológicas) se adquieren durante el proceso de socialización y varían de unas personas a otras y de una cultura a otra. Algunas motivaciones sociales en el mundo occidental serían: éxito personal o logro, dinero, prestigio, poder, contacto social, comunicación, etc. (deseos o intereses).

Dentro de la teoría homeostática estaría también la teoría de Freud. El impulso sexual y los conflictos internos son la base motivacional de la conducta.


Psicología humanista (Maslow y Rogers)

Maslow (1908-1970) considera que el aspecto fundamental de las motivaciones es su carácter integrado y jerárquico.
Mientras no esté cubierto un nivel, no aparecen necesidades del nivel superior. Cuando las necesidades de un nivel están satisfechas de forma aceptable, dejan de motivar, y aparecen las necesidades del nivel superior.

Maslow establece una jerarquía de las necesidades:
-Necesidades fisiológicas: respirar, comer, dormir, beber, procrear.
-Necesidades de protección y seguridad: empleo, seguridad física, familiar, moral, de salud.
-Necesidades de afiliación /pertenencia: amistad, afecto, amor.
-Necesidades de reconocimiento: éxito, logro, fama, respeto.
-Necesidades de autorrealización: Es la necesidad humana de hacer lo máximo que pueden dar de sí las habilidades propias. Maslow lo describe de esta forma: "Un músico deba hacer música, un pintor, pintar, un poeta, escribir, si quiere estar en paz consigo mismo. Un hombre, (o mujer) debe ser lo que puede llegar a ser. 

Mientras las anteriores necesidades pueden ser completamente satisfechas, ésta necesidad es una fuerza continua. Con ella alcanzamos la felicidad.
Si no tenemos cubiertas nuestras necesidades básicas no podemos ser felices, pero cuando somos felices no necesitamos tener cubiertas todas nuestras necesidades.


Teoría de los tres factores de McClelland (1917-1989).

Su teoría centra la atención sobre tres tipos de motivación:
1. Logro: se trata del impulso de obtener éxito, destacar en algo, superar retos, alcanzar metas.... La motivación surge de establecer objetivos importantes, apuntando a la excelencia, con un enfoque en el trabajo bien realizado y la responsabilidad.

2. Poder: se trata del impulso de generar influencia y conseguir reconocimiento de importancia. Se desea el prestigio y el estatus.

3. Afiliación: se trata del impulso de mantener relaciones personales satisfactorias, amistosas y cercanas, sintiéndose parte de un grupo. Se busca la popularidad, el contacto con los demás y ser útil a otras personas.


Teorías del incentivo.

Para esta teoría, la conducta humana se produce por una doble motivación: motivación extrínseca (conjunto de recompensas, castigos e incentivos que recibe el sujeto desde el exterior, y que acrecienta, mantiene o disminuye su actividad) y motivación intrínseca (conjunto de necesidades psicológicas internas que regulan la actividad, tales como la autonomía, la curiosidad y la autoeficacia.)


Teoría de la motivación cognitiva.

Según esta teoría, parte de la conducta humana surge, con sentido y significado, de procesos mentales conscientes y valorativos. Los principales motivos cognitivos son: la congruencia (necesidad de coherencia), consistencia (conciliación entre pensamiento y acción) y estabilidad (buena organización, rechazo del caos)


jueves, 9 de febrero de 2017

411



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4.1.1. Utiliza su iniciativa personal para confeccionar un cuadro comparativo de las diferentes teorías del aprendizaje: Condicionamiento Clásico (Pavlov y Watson), aprendizaje por Ensayo-Error (Thorndike), Condicionamiento Instrumental (Skinner), Teoría Cognitiva (Piaget), Gestalt (Khöler) y aprendizaje Social o Vicario (Bandura), entre otros, utilizando medios informáticos.

Las teorías conductistas.
A principio del siglo XX J.B. Watson (1878-1958) propuso que la Psicología debía olvidarse de la mente (pensamientos, sentimientos, motivos,…) y centrarse en el estudio de la predicción y control de la conducta (behavior, en inglés.) Este es el enfoque denominado conductismo, que pone el énfasis sobre la conducta observable (tanto humana como animal), y las relaciones entre estímulo y respuesta. Dentro del conductismo hay diferentes perspectivas.

El condicionamiento clásico o respondiente. Teoría desarrollada por Paulov (1849-1936) y Watson según la cual se puede provocar una respuesta condicionada mediante el condicionamiento del estímulo. Mediante experimentos con perros observó que ante la presencia de comida (estímulo incondicionado) se producía la salivación del perro como respuesta refleja no aprendida (respuesta incondicionada); entonces consiguió provocar mediante un estímulo condicionado (campanilla, luz,…) una respuesta condicionada o aprendida (salivación), mediante la asociación del estímulo neutro (campanilla, luz…) con la comida (estímulo incondicionado.) 

Paulov observó que el aprendizaje se produce de manera rápida si se presentan casi a la vez el estímulo incondicionado y el estímulo neutro, sin apenas intervalo de tiempo, así, éste se convierte en estímulo condicionado. Mientras mayor sea el intervalo más repeticiones deben hacerse para que se produzca el aprendizaje, y si es muy grande, es prácticamente imposible que tal aprendizaje se produzca, pues la asociación no tiene lugar. A medida que deja de presentarse el estímulo incondicionado asociado al estímulo condicionado, deja de provocarse la respuesta, es decir, se produce una extinción de una conducta.

El condicionamiento operante o instrumental. Según B.F. Skinner el condicionamiento clásico explica respuestas simples e involuntarias vinculadas a estímulos neutros, pero para explicar el aprendizaje de conductas más complejas y voluntarias habla de condicionamiento operante. Este tipo de aprendizaje se produce cuando un sujeto “realiza una actividad para obtener algo a cambio (refuerzo)”. El sujeto tiene más probabilidades de repetir las formas de conducta reforzadas. El proceso de aprendizaje, llamado de modelamiento, consigue dirigir la conducta del sujeto a través de las recompensas hacia la conducta deseada. 

B.F. Skinner realizó experimentos con palomas (palancas) y ratas (laberinto). En el caso de la paloma: cuando llega la hora de la comida y no se le da, el animal se inquieta y realiza distintos movimientos. Por azar, aprieta una palanca y entonces cae comida. Tras ensayos repetidos, la paloma asocia apretar la palanca con la consecución del alimento; y a partir de ese momento, cuando sienta hambre apretará la palanca y obtendrá lo deseado. La paloma ha aprendido una respuesta para conseguir algo, un estímulo neutro (palanca) se convierte en estímulo condicionado capaz de desencadenar una conducta en forma de respuesta motora.

En el proceso de aprendizaje la respuesta tiene como consecuencia el refuerzo, o premio obtenido por la realización de la conducta, pero, ¿cuál será el refuerzo adecuado? Se ha utilizado comida, bebida, satisfacción sexual, cese de situaciones angustiosas (estar pisando rejillas electrificadas.), etc. pero siempre se crea un estado de privación anterior. Se habla de refuerzo negativo cuando lo que se produce es una eliminación de estímulos no satisfactorios para el sujeto (dolorosos.)

El castigo es un estímulo con un efecto contrario del refuerzo, es decir, disminuye la posibilidad o frecuencia de la conducta. Se utilizan para así extinguir conductas no deseadas. El castigo puede ser positivo (la conducta es acompañada de estímulos dolorosos para evitar conducta) o negativo (perdida de situaciones agradables como resultado de la conducta.)

Skinner también investigo sobre la conducta humana, sobre todo en el contexto escolar, donde intentó demostrar que mediante amenazas y castigos, se consiguen unos resultados positivos mucho más bajos y con efectos secundarios mucho peores que con el sistema de refuerzo positivo. Su aportación más interesante es la de la enseñanza programada, en la que los éxitos en determinadas tareas actúan de refuerzo para posteriores aprendizajes.

Los programas de modificación de conducta son la aplicación terapéutica más relevante de las teorías de Skinner. Estos programas consisten en la adquisición o supresión de conductas mediante el modelamiento. Por ejemplo para superar el miedo a volar o a ciertos animales.

Aprendizaje por Ensayo-Error. Asociacionismo de E.L. Thorndike. El aprendizaje se basa en el establecimiento de conexiones entre hechos. Ante una situación dada, un individuo responde de una manera determinada (o no responde, lo que ya es una respuesta en sí). Esta respuesta es o no adecuada a la situación presentada. Si lo es, ambas cosas quedan asociadas. Es el principio de ensayo y error con éxito accidental. Según la ley del efecto, cuanto mayor sea la satisfacción o la molestia, mayor será la consolidación o el debilitamiento del vínculo.

Aprendizaje por observación o aprendizaje social. Es la teoría de A. Bandura, basada en la idea de que los sujetos aprenden por imitación de conductas que realizan otros sujetos. Ante un modelo de conducta el sujeto realiza un proceso de aprendizaje en distintas etapas: 
-observación (reconocer propiedades distintivas de una conducta), 
-retención (almacenamiento en memoria) 
-ejecución (el sujeto ejecuta la conducta apropiada y una vez reproducida, dicha conducta es reforzada por condicionamiento operante en un proceso de modelamiento.) 

Estas técnicas se aplican en programas de entrenamiento en habilidades sociales para personas inhibidas o agresivas. Los modelos a imitar desde pequeños son el padre y la madre, familiares, amigos, profesores, y modelos simbólicos (héroes, famosos, etc.) Los adultos suelen imitar a personajes públicos de éxito social y económico. Los modelos son más eficaces cuando hay coherencia entre palabras y acciones.


Las teorías cognitivas.
Las teorías cognitivas del aprendizaje se refieren específicamente al aprendizaje humano y parten del supuesto de que hay una interacción entre el individuo (capacidades cognitivas) y el medio. Para estas teorías, el conocimiento no es el resultado de una mera copia de la realidad preexistente, sino de un proceso dinámico e interactivo a través del cual la información externa es interpretada y reinterpretada por la mente, que va construyendo progresivamente modelos explicativos, cada vez más complejos y potentes. Conocemos la realidad a través de modelos propios que construimos para explicarla y que pueden mejorarse o cambiarse con la ayuda de la intervención didáctica. Las teorías cognitivas, que se asocian al modelo constructivo de aprendizaje, han tenido una gran influencia en las teorías de la enseñanza. Dentro de las teorías cognitivas podemos señalar:

El constructivismo, de J. Piaget. Según este autor, la mente del niño o de la niña se desarrolla en una serie de etapas en función del desarrollo del sistema nervioso, la experiencia individual y la transmisión social. En cada etapa existen unos esquemas o modos de mirar el mundo, simples al principio y complejos en la vida adulta. El aprendizaje se produce mediante dos procesos: incorporación o asimilación de nuevas experiencias a esquemas previos existentes, y adaptación o acomodación de los esquemas, que cambian para hacer posibles nuevas asimilaciones. Cuando se produce un esquema nuevo se ha producido una adaptación.

La teoría del desarrollo potencial. Según Vigotsky el proceso de desarrollo sigue al proceso de aprendizaje, que crea una zona de desarrollo potencial, que es la distancia entre el nivel desarrollo real, determinado por la resolución de un problema sin ayuda, y el nivel desarrollo potencial, determinado por la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración de sus compañeros más competentes. 

El aprendizaje significativo. Para Ausubel, la adquisición de nueva información que se da en el aprendizaje es un proceso que depende de las ideas relevantes que ya posee el sujeto, y se produce a través de la interacción entre la nueva información y las ideas previas. Ausubel distingue entre aprendizaje significativo, cuando el nuevo material se relaciona de forma sustancial (con sentido) con los conocimientos previos del alumnado; y aprendizaje memorístico, cuando se establece una relación arbitraria (no entendida, sin sentido) entre la nueva información y los conocimientos anteriores. 

Con respecto a la presentación de los nuevos contenidos, distingue entre aprendizaje por recepción, donde el alumno/a recibe los contenidos que debe aprender en su forma final, para su comprensión y asimilación, y aprendizaje por descubrimiento, donde el contenido no se da en su forma acabada, sino que el alumnado tiene que descubrirlo y reorganizarlo antes de asimilarlo.

Según Ausubel para que se produzcan aprendizajes significativos de nuevos conceptos deben darse dos condiciones:
- Los nuevos materiales que van a ser aprendidos deben ser potencialmente significativos para poder ser relacionados con los conocimientos previos que posee el sujeto.
- El sujeto debe tener disposición de asociar los conceptos nuevos con los conceptos ya adquiridos, es decir, debe querer aprender.

La teoría de la Gestalt. Wolfgang Köhler (1887-1967), desde la teoría de la Gestat, contribuyó a establecer el concepto de aprendizaje por Insight: discernimiento repentino y automático sobre una serie de estímulos. El aprendizaje es producto de una reestructuración súbita de la percepción de lo global, de una reestructuración de esquemas cognitivos, gracias a la incorporación de nuevos elementos a los esquemas anteriores. El aprendizaje no tiene que ver con repetir sino con organizar los elementos de forma diferente. 

La experiencia previa puede facilitar o también dificultar el “Insight” (aprendizaje). Lo facilita en problemas estructuralmente similares o que tengan rasgos estructurales en común, y lo dificulta cuando las tareas requieren una solución nueva o productiva.

Según esta teoría, la repetición de una experiencia se acumula sobre las experiencias anteriores solo si el segundo evento se reconoce como una recurrencia del anterior; además considera que el aprendizaje, si es comprensivo, es más rápido y supone una mayor retención que el aprendizaje memorístico o asociativo; también sostiene que un patrón de relación dinámica descubierto o comprendido en una situación es aplicable a otra (transferencia); y que las recompensas y los castigos no actúan de forma automática o inconsciente para fortalecer los actos sino que tenían que percibirse como pertenecientes al acto previo. 

Wertheimer sostuvo que era preciso enseñar a los niños conceptos globales, que contribuyeran a su intelección general, antes que inculcarles los detalles; porque cuando los pormenores les son enseñados primero, a menudo los alumnos se confunden y no logran comprender el significado de lo que aprenden. “El todo es más que la suma de las partes"













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Busca y selecciona información, en páginas web y libros especializados, acerca las principales las causas del olvido, tales como las fisiológicas, las producidas por lesiones, por represión, por falta de procesamiento, por contexto inadecuado, etc. y elabora conclusiones.


El olvido es la incapacidad de recordar. Es algo natural y esencial para que la memoria y la inteligencia funcionen correctamente. Si no fuéremos capaces de olvidar los detalles insignificantes e informaciones innecesarias de nuestras percepciones no podríamos construir conceptos, además de quedar bloqueados por la sobrecarga de estímulos e información. 

Las causas del olvido son varias. En la MLP se produce por fallos en la codificación, almacenamiento o recuperación de la información. 
En la MCP el olvido se produce por decaimiento (el desuso de la información lleva al desvanecimiento del recuerdo, que desaparece) y la interferencia (una información bloquea a otra e impide que sea recordada).
También existe la posibilidad de olvidar intencionadamente una información que no interesa o que está relacionada con experiencias desagradables y dolorosas. En estos casos según Freud, se utiliza de forma inconsciente un mecanismo defensivo de bloqueo: la represión. Sin embargo, esta información puede llegar a manifestarse en forma de lapsus no intencionados.



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Utiliza su iniciativa personal para diseñar y elaborar, con medios informáticos, un cuadro comparativo sobre diferentes tipos de memoria (sensorial, MCP y MLP), analizando la correspondencia entre ellas y valorando la utilidad que tienen en el aprendizaje humano.


Según las investigaciones realizadas sobre lesiones cerebrales podemos deducir que la memoria funciona con distintos mecanismos, niveles, modalidades o almacenes.

1. La memoria sensorial (MS). 
Se registran datos con todo detalle (durante unos breves instantes (1 o 2 segundos) de una forma bruta y no significativa, es decir, pueden no tener ningún sentido para nosotros. Se trata de recuerdos muy precisos, casi idénticos a los estímulos que los han provocado. Incluye diversos tipos de recuerdos procedentes de los distintos órganos sensoriales, por lo que podemos hablar de una memoria visual, auditiva, olfativa, táctil o del gusto. 

La memoria sensorial es, en general, muy fugaz: al menos que se transmita al siguiente “almacén” la información desaparece rápidamente y es reemplazada por otra nueva. Sin embargo es una memoria extraordinariamente precisa que registra una réplica casi exacta del original, como si fuera una cámara fotográfica. La memoria olfativa mantiene mucho más tiempo la información, además de aparecer asociada al contexto sensorial y emocional que rodea la información.

2. La memoria a corto plazo (MCP). 
Es denominada también memoria de trabajo. La información es seleccionada y almacenada en ella durante un periodo de 15 a 30 segundos, o quizás, durante unos pocos minutos, y en una forma más significativa, es decir, los datos están ya codificados por mecanismos que permiten reconocer su significado, aunque es una memoria menos precisa que la memoria sensorial puesto que elimina detalles considerados innecesarios. 

Su limitada capacidad exige que las nuevas informaciones vayan desplazando o empujando a las antiguas, seleccionando las que irán a la memoria a largo plazo (MLP) o permitiendo que se pierdan aquellas informaciones consideradas poco necesarias o irrelevantes; además, esta memoria activa las operaciones necesarias para conservar la información (repeticiones, codificación, organización, etc.) y soluciona problemas recuperando la información almacenada en la MLP.

Permite almacenar una cantidad reducida de información, hasta 7 ítems o paquetes significativos. Estos paquetes son fragmentos de información con significado (letras, números, imágenes, palabras, frases, etc.), y dependiendo de la capacidad de la persona y de la manera de codificar y agrupar la información pueden incluir más o menos datos. La MCP es un almacén con bastante consistencia, pues a diferencia de la MLP, no suele resultar dañada o afectada por edad o las lesiones cerebrales.

3. La memoria a largo plazo (MLP.) 
En este almacén la información queda registrada de forma permanente, no se borra nunca, aunque a veces resulta difícil de recuperar. Su capacidad es aparentemente ilimitada, y el problema es la buena recuperación de los datos almacenados, que va a depender de la forma de organización de los datos, la integración en el conjunto, el estado de ánimo, etc. 

En la MLP se registran datos de la propia existencia (memoria episódica), conocimientos, palabras e ideas (memoria semántica) y conocimientos básicos sobre procedimientos y operaciones (memoria funcional.) El paso desde la MCP a la MLP se realiza mediante la repetición y la organización del material. Esta organización se realiza mediante la asociación con otras informaciones, es decir, conectando las nuevas informaciones a otras que ya poseemos, quedando integrada en el conjunto (memoria significativa.)




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3.3.1. Relaciona los conceptos de atención y concentración, como puntos de partida de la memoria, distinguiendo los tipos de atención que existen y los tipos de alteración que pueden sufrir.

El proceso de la memoria consta de tres operaciones:

1. CODIFICACIÓN: transformar la información sensorial en elementos reconocibles y manipulables por la memoria mediante códigos verbales (palabras, números, letras) y códigos visuales (imágenes y figuras.) 
Esta codificación no es neutra sino que de toda la información sensorial que llega se selecciona la que interesa y se interpreta de acuerdo a vivencias e ideas anteriores.
En esta operación influyen de manera decisiva la atención y concentración.

- La atención es la capacidad para centrarse de manera persistente en un estímulo o actividad concretos. Existen dos tipos de atención: involuntaria o espontánea (aquella en la que no ponemos intención, es inconsciente y se dirige hacia los gustos personales, vocación, atracción, estímulos llamativos como un sonido fuerte, una voz conocida, una luz.); y voluntaria (aquella que requiere una elección por nuestra parte y por tanto un esfuerzo para evitar la atracción que ejercen otros estímulos hacia nosotros, requiriendo esfuerzo y voluntad.)

- La concentración es el mantenimiento prolongado de la atención.
Algunos obstáculos para la atención y la concentración son las distracciones externas (conversaciones, radio, televisión, ruidos…), las distracciones internas (preocupaciones, indecisión, problemas personales, falta de interés…), las distracciones fisiológicas (fatiga física, dieta, sueño, enfermedades…)

Existen diferentes trastornos o patologías en las que la atención se ve afectada (esquizofrenia, lesiones cerebrales debidas a traumatismos craneales, ICTUS,

Las alteraciones de la atención más comunes son:
– Alteraciones en atención sostenida que pueden provocar fatiga o disminución del rendimiento en la tarea.
– Alteraciones en la atención selectiva que provocarían distractibilidad (dificultad existente para atender selectivamente a los estímulos relevantes de una situación e ignorar los irrelevantes.)
– Alteraciones en la atención alternante que provocaría una perseverancia en las repuestas y conductas difíciles de modificar y flexibilizar.
– Alteraciones en la atención dividida que provocaría dificultad en realizar diferentes tareas de manera simultánea aunque sean tareas sencillas como llevar una conversación y meter algo en un cajón, etc.

2. ALMACENAMIENTO: retener la información con el fin de conservarla y recuperarla cuando sea necesario. Según dónde se guarden los datos permanecerán más o menos tiempo en la memoria, desde unos segundos, hasta toda la vida.
3. RECUPERACIÓN: localizar y reactualizar la información almacenada. Esto es lo que llamamos recordar, es decir, evocar y reconocer la información adquirida y almacenada en la memoria. La recuperación significa traer a la conciencia la información. El problema suele consistir en encontrar el camino adecuado para llegar hasta ella, aunque si la información ha quedado bien organizada y guardada en el lugar correcto, nos será más fácil encontrarla.
Si alguna de estas operaciones se realiza de forma incorrecta, será más difícil recordar la información. En ellas intervienen factores como la alimentación, el descanso, la relajación, la respiración, tranquilidad, etc.




miércoles, 8 de febrero de 2017

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3.3.5. Ejemplifica a través de medios audiovisuales, algunas distorsiones o alteraciones de la memoria como la amnesia, la hipermnesia, la paramnesia y los falsos recuerdos, desarrollando su capacidad emprendedora


La mala memoria está provocada por factores o deficiencias biológicas ajenas propiamente al funcionamiento normal de la misma.
La amnesia es la ausencia de recuerdos de un período determinado de la vida. El sujeto suele estar consciente de que son recuerdos que existieron, pero que se han perdido. Pueden ser parciales o totales.

Amnesia parcial: afectan los recuerdos de un campo reducido de memoria visual, auditiva o verbal. Puede estar presente en trastornos orgánicos del cerebro, lesiones de la corteza cerebral, por traumatismos, deficiencia circulatoria, intoxicaciones o trastornos psicogénicos ( no orgánicos). Si la amnesia es de etiología orgánica, suele ser definitiva.

Amnesia total: es la que se vuelve extensiva a todos los elementos y formas de conocimiento, que corresponde a un lapso determinado de la vida del sujeto. 

Hipermnesia   consiste en un incremento  de la capacidad de memorizar, una gran facilidad para recordar. Suelen producirse en estados de depresión, euforia, hipnosis, situaciones de peligro de muerte, y se caracterizan por un exceso de recuerdos e imágenes que se agolpan en la mente

Dismnesia Es una alteración cuantitativa que traduce siempre en una disminución de la memoria, imposibilita evocar un recuerdo en un momento dado y evoca otros en forma borrosa o poco nítida.


Las paramnesias son reconocimientos imprecisos que no se ajustan a la realidad.

Fenómeno de lo ya visto (déja vu): es la impresión de que una vivencia actual ha sido experimentada en el pasado y en la misma forma. Se puede observar en personas sin ningún padecimiento mental o en sujetos con neurosis o con esquizofrenia.

Fenómeno de lo nunca visto (jamais vu): sensación de no haber visto o experimentado nunca algo que en la realidad ya se conoce.

Confabulación en el que sujeto rellena los huecos de su memoria con “relatos” fantásticos que se llega a creer. 

Falsos recuerdos recuerdo de un hecho que no ocurrió,