lunes, 16 de diciembre de 2013

FREUD: EL PSICOANALISIS



EL PSICOANÁLISIS

Por «psicoánalisis» se entiende tanto una descripción de la mente humana, como un método de tratamiento de enfermedades psíquicas. La teoría sobre el subconsciente es imprescindible para entender lo que es el ser humano.

Los descubrimientos más importantes de Freud fueron:

Nuestros impulsos básicos pueden «disfrazarse» y dirigir nuestros actos sin que nos demos cuenta de ello.
La conciencia (psicológica) no es más que una pequeña parte del campo psíquico; depende de los procesos psíquicos inconscientes que, por esta razón, escapan al control de la ciencia: todo acontecimiento psíquico, aunque aparezca desprovisto de sentido, como el sueño, los actos fallidos, la neurosis, los despropósitos de los psicóticos, tienen una función comprensible si se consigue insertarlos en el desarrollo de la persona.

Tras una larga experiencia en el tratamiento de pacientes, Freud llegó a la conclusión de que la consciencia del hombre sólo constituye una pequeña parte de la mente humana. Lo consciente es como la pequeña punta de un iceberg que asoma por encima de la superficie. Debajo de la superficie está el subconsciente. No tenemos siempre en la parte consciente todas nuestras experiencias y recuerdos. A esas cosas que podemos recordar las llamó «lo preconsciente». La expresión «lo subconsciente» la utilizó para cosas que hemos «reprimido», es decir, cosas que hemos intentado olvidar porque eran «desagradables».

Ejemplos de actos fallidos:

Un pastor protestante que tenía tres hijas, esperaba la visita de su obispo. El obispo tenía una nariz increíblemente larga. Por eso las hijas recibieron la orden de no hacer ningún comentario sobre la nariz. Una de las niñas cuando sirvió el azúcar para el café, dijo: ¿le apetece una poco de azúcar en la nariz?
Una madre, al rellenar un permiso de viaje para su hija, escribió su nombre. Evidentemente, deseaba volar lejos de casa.

Zapatero en rueda de prensa junto al presidente ruso Medvedev dijo; "El turismo es un área económica preferente en la relación entre España y Rusia porque hay gran incremento de turistas españoles hacia Rusia. Hemos hecho ese acuerdo para estimular, para favorecer, para follar... para apoyar ese turismo"

Un padre despide en la puerta de su casa a su hija que se va con su novio: conducid con cuidado... no olvideis abrocharos el condón, digo ¡cinturón!

El segundo gran descubrimiento de Freud fue que la sexualidad infantil es muy activa, completamente independiente de la función de reproducción. Estas afirmaciones sobre la «sexualidad infantil» hicieron reaccionar a la gran burguesía de Viena con gran aversión, y Freud se convirtió en un hombre muy poco apreciado.

la sexualidad infantil, de la que también forma parte lo esencial de las relaciones padre-hijo (complejo de Edipo), es generalmente reprimida porque el niño teme que sus padres lo castiguen por actos y pensamientos sexuales (angustia de castración); de este modo, la sexualidad queda borrada de la memoria. La represión de la sexualidad infantil la suprime de la conciencia, pero sin arrebatarle su energía; por el contrario, la refuerza, de tal modo que se manifiesta en muchas alteraciones psicológicas.

Observó que muchas formas de neurosis o enfermedades psíquicas podían tener su origen en conflictos en la infancia. Poco a poco fue elaborando un método de tratamiento que se parece a una «arqueología mental». El psicoanalista, con la ayuda del paciente, busca las vivencias que en alguna ocasión originaron sufrimiento psíquico. El paciente durante años las ha intentado olvidar, pero ocultas en el inconsciente, han corroído sus recursos. Recuperando esa experiencia traumática, se puede superar el trauma y curarse. La palabra «trauma» es griega y significa «herida».

Lo sano es tener una puerta a medio abrir entre la consciencia y el subconsciente. Un neurótico es una persona que emplea demasiada energía en mantener «lo desagradable» alejado de la consciencia. En el tratamiento de los pacientes era importante para Freud intentar abrir la puerta cerrada con mucho cuidado.
El tercer descubrimiento fue que la moral no tiene un origen ultraterrestre, sino que es el resultado de las medidas pedagógicas que desde la más tierna infancia, toman los padres o los educadores. En el centro de estas medidas pedagógicas se encuentran las que se dirigen a la represión sexual del niño. El conflicto que opone los deseos de los niños a las prohibiciones de los padres se interioriza en la edad adulta, así se forma el superego. Las instancias morales, que pertenecen al inconsciente favorecen la represión sexual.

Cuando nacemos, damos salida directamente a todas nuestras necesidades físicas y psíquicas. Si no nos dan leche gritamos. También lloramos cuando el pañal está mojado. Nos regimos por el ELLO que se basa en el «principio de placer». Siempre lo llevamos con nosotros, pero con el tiempo aprendemos a controlar nuestros instintos y a adaptarnos a nuestro entorno. Aprendemos a ajustar nuestra conducta con el «principio de la realidad». El YO o conciencia tiene esa función reguladora. Aunque nos apetezca una cosa no podemos sentarnos y gritar sin más hasta que nuestros deseos hayan sido satisfechos. Entonces reprimimos nuestros deseos, lo cual significa que intentemos dejarlos a un lado y olvidarlos.

Pero Freud contaba con otra «entidad» en la mente humana. Desde pequeños nos topamos con las demandas morales de nuestros padres y del mundo que nos rodea. Cuando hacemos algo mal, los padres dicen: «¡No, así no!» o «¡Qué malo eres!». incluso de mayores arrastramos un eco de ese tipo de demandas morales. Las exigencias morales del entorno penetran hasta dentro, y se convierten en una parte de nosotros mismos. Eso es lo que Freud llama el SUPERYO.

Las normas sociales hacen demasiado difícil la vida para la mayoría de las personas, cada vez es más difícil dar satisfacción a nuestros impulsos instintivos.


LOS MECANISMOS DE DEFENSA

Los mecanismos de defensa tienen la función de evitar la censura del superyó. Las pulsiones no pueden ser eliminadas, sólo reprimidas. Las pulsiones tienden a su descarga, si no es posible su expresión consciente, entonces deben transformarse.

Represión es el mecanismo de defensa más importante. La represión mantiene a los impulsos inaceptables fuera de la conciencia. Habitualmente es un proceso inconsciente aunque a veces puede estar facilitado por actos conscientes. Si hago algo de lo que me avergüenzo, trato de no pensar en ello y a la larga puedo incluso no ser capaz de recordarlo. La represión permite eliminar los sentimientos de dolor o ansiedad, pero si se utiliza en exceso, hay que emplear mucha energía para mantener los contenidos inconscientes.

Racionalización: es la sustitución de una razón inaceptable pero real, por otra aceptable. Ejemplo: un estudiante no afronta que no desea estudiar para el examen. Así decide que uno debe relajarse para los exámenes, lo cual justifica que vea la televisión. En general las excusas son racionalizaciones.

Proyección: significa que transferimos a otras personas cualidades que intentamos reprimir en nosotros mismos. Una persona muy tacaña desconfía de los demás. “Piensa el ladrón que todos son de su condición”

Desplazamiento: el sentimiento conectado a una persona se une a otra persona. Ejemplo: el obrero de la fábrica tiene problemas con su supervisor pero no puede desahogarse. Entonces, al volver a casa y sin razón aparente, discute con su mujer.

Formación reactiva: sirve para prevenir que un pensamiento doloroso o controvertido emerja. El pensamiento es sustituido inmediatamente por uno agradable. Ejemplo: ante una persona importante que nos produce antipatía, mostramos una excesiva amabilidad. A veces el asesino o el secuestrador organizan la búsqueda para encontrar a la víctima. La envidia o el resentimiento se esconden detrás de sonrisas y halagos.

Regresión: es el retorno a un funcionamiento mental de nivel anterior ("más infantil"). Ejemplo: los niños pueden retraerse a un nivel más infantil cuando nacen sus hermanos y mostrar un comportamiento inmaduro como chuparse el pulgar o mojar la cama. Los chistes, las bromas son formas de conducta infantil, que permiten satisfacer deseos de forma aceptable.

Un proceso psíquico algo diferente, aunque suela confundírsele con los mecanismos de defensa psíquica, es la Sublimación. Aquí el impulso es canalizado a un destino aceptable. La pulsión (impulso) sexual se realiza en actividades socialmente valoradas, principalmente la actividad artística. Ejemplo: el deseo de exhibirse puede sublimarse en una carrera teatral. La agresividad en los deportes o trabajando como policía. Satisfacción indirecta.


Cuando estas técnicas no bastan, el resultado puede ser:

Estrés y respuestas neuróticas como ansiedad o depresión, acompañadas frecuentemente por alteraciones biológicas, como las del apetito, el sueño o enfermedades psicosomáticas, por ejemplo, úlceras gástricas o dolores nerviosos.

Conductas desadaptativas más graves, como el suicidio y los trastornos delirantes. Serían recursos defensivos más propios de trastornos de personalidad como la Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos, pero cualquier persona puede recurrir a ellos si las defensas de tipo neurótico son insuficientes y el estímulo desborda las capacidades defensivas del individuo.

Desde la década de los años veinte, el psicoanálisis tuvo influencia en el arte y la literatura. Poetas y pintores intentaron usar las fuerzas subconscientes en su obra creativa, es el caso de los surrealistas. «Surrealismo» es una palabra francesa que se puede traducir por «sobrerrealismo». En 1924 André Breton publicó su Manifiesto surrealista, en el que señaló que el arte debe brotar del subconsciente. Así, el artista recogería en una libre inspiración sus imágenes soñadas y llegaría a una «sobrerrealidad» en la que ya no existe distinción entre el sueño y la realidad. También puede ser importante para un artista derrumbar la censura de la consciencia con el fin de dejar correr libremente las palabras y las imágenes. Eso es lo que podemos llamar inspiración, es como si lo que se dibuja o lo que se escribe no viniera de nosotros mismos. Eso ocurre cuando esta abierta un poco la tapa del inconsciente.

La mente ama lo desconocido. Le encantan las imágenes cuyo significado desconoce. RENE MAGRITTE

“Uno no puede hablar acerca del misterio, uno debe ser cautivado por él.” RENE MAGRITTE




EVOLUCIÓN DE LA PERSONALIDAD

Freud observó que en distintas etapas de nuestra vida, diferentes partes de la piel nos dan mayor placer. Más tarde, los teóricos llamarían a estas áreas zonas erógenas. Vio que los infantes obtenían un gran placer a través de chupar, especialmente del pecho. De hecho, los bebés presentan una gran tendencia a llevarse a la boca todo lo que tienen a su alrededor. Un poco más tarde en la vida, el niño concentra su atención al placer anal de retener y expulsar. Alrededor de los tres o cuatro años, el niño descubre el placer de tocarse sus genitales. Y solo más tarde, en nuestra madurez sexual, experimentamos un gran placer en nuestras relaciones sexuales. Basándose en estas observaciones, Freud postuló su teoría de los estadios psicosexuales.

La etapa oral se establece desde el nacimiento hasta alrededor de los 18 meses. El foco del placer es, por supuesto, la boca. Las actividades favoritas del infante son chupar y morder.

La etapa anal se encuentra entre los 18 meses hasta los tres o cuatro años de edad. El foco del placer es el ano. El goce surge de retener y expulsar.

La etapa fálica va desde los tres o cuatro años hasta los cinco, seis o siete. El foco del placer se centra en los genitales. La masturbación a estas edades es bastante común.

La etapa de latencia dura desde los cinco, seis o siete años de edad hasta la pubertad, más o menos a los 12 años. Durante este período, Freud supuso que la pulsión sexual se suprimía al servicio del aprendizaje. Debo señalar aquí, que aunque la mayoría de los niños de estas edades están bastante ocupados con sus tareas escolares, y por tanto "sexualmente calmados", cerca de un cuarto de ellos están muy metidos en la masturbación y en jugar "a los médicos". En los tiempos represivos de la sociedad de Freud, los niños eran más tranquilos en este período del desarrollo, desde luego, que los actuales.

La etapa genital empieza en la pubertad y representa el resurgimiento de la pulsión sexual en la adolescencia, dirigida más específicamente hacia las relaciones sexuales. Freud establecía que tanto la masturbación, el sexo oral, la homosexualidad como muchas otras manifestaciones comportamentales eran inmaduras, cuestiones que actualmente no lo son para nosotros.

Si una persona presenta algún tipo de dificultad en cualquiera de las tareas asociadas con estas etapas (el destete, el control de esfínteres o en la búsqueda de la identidad sexual) tenderá a retener ciertos hábitos infantiles o primitivos. A esto se le llama fijación.

La fijación provoca que cada problema de una etapa específica se prolongue considerablemente en nuestro carácter o personalidad.

Si, teniendo 18 meses de edad, se encuentra constantemente frustrado en su necesidad de chupar, ya sea porque mamá está incómoda o incluso es muy ruda con usted, o sencillamente quiere destetarle demasiado rápido, usted puede desarrollar un carácter oral-pasivo. Una personalidad de este tipo tiende a depender mucho de los demás. Usualmente buscan "gratificaciones orales" tales como comer, beber y fumar. Es como si estuviesen buscando los placeres que se perdieron en la infancia.

Cuando tenemos entre 5 y 8 meses de edad, empezamos la dentición. Una acción que nos satisface mucho en este período es morder todo lo que esté a nuestro alcance, como por ejemplo, el pezón de mamá. Si esta acción es causante de displacer o se corta demasiado rápido. Podremos desarrollar entonces una personalidad oral-agresiva. Esta personas retienen de por vida un deseo de morder cosas, como lápices, chicles, así como personas. Tienden a ser verbalmente agresivos, sarcásticos, irónicos y demás.
En el estadio anal estamos fascinados con nuestras "funciones corporales". Al principio, podemos hacerlo de cualquier forma y en cualquier lugar. Posteriormente, sin razón aparente empezamos a comprender que podemos tener control sobre ello, haciéndolo en ciertos lugares y a ciertas horas. ¡Y los padres parecen valorar sobremanera el producto final de estos esfuerzos!.

Algunos padres se someten a merced del niño en el entrenamiento del control de esfínteres. Le piden de rodillas que lo hagan en el váter, se alegran considerablemente cuando lo hacen bién y se rompe su corazón cuando no lo hacen correctamente. El niño, mientras, es el rey de la casa, y él lo sabe. Este niño, con esos padres, desarrollará una personalidad anal-expulsiva (también anal-agresiva). Estas personas tienden a ser sensibleros, desorganizados y generosos ante una falta. Pueden ser crueles, destructivos y muy dados al vandalismo y los grafiti. El personaje de Oscar Madison en la película "Un par de gruñones" (The Odd Couple) es un buen ejemplo.

Otros padres son estrictos. Pueden estar compitiendo con los vecinos a ver cuál de los niños controla primero los esfínteres (muchas personas creen que si un niño lo hace muy pronto en su evolución, es un signo de gran inteligencia). Pueden llegar a usar la humillación o el castigo. Este niño puede perfectamente sufrir de estreñimiento, tratando de controlarse constantemente y desarrollará de mayor una personalidad anal-retentiva. Será especialmente pulcro, perfeccionista y dictatorial. En otras palabras el anal-retentivo está atado por todas partes. El personaje de Félix Unger en la película mencionada es un ejemplo perfecto.
Existen también dos personalidades fálicas, aunque a ninguna de ellas se le ha dado nombre. Si el niño, por ejemplo, es rechazado en demasía por su madre y además amenazado por su padre excesivamente varonil, tendrá posiblemente una sensación muy pobre de autovalía en cuanto a su sexualidad. En este caso, intentaría lidiar con esto o bién declinando cualquier actividad heterosexual; convirtiéndose en un ratón de biblioteca o llegando a ser el macho de todas las mujeres. En el caso de una niña rechazada por su padre y amenazada por una madre excesivamente femenina, también producirá una autoestima muy baja en el área de la sexualidad. Así, podría llegar a ser un jarrón de flores de adorno y una belleza exageradamente femenina.

En otra situación, si un niño no es rechazado por su madre y más bien es sobreprotegido en sus debilidades por ella mucho más que su padre pasivo, podría desarrollar una opinión de sí mismo bastante grande (lo cual le remitirá mucho sufrimiento al enfrentarse al mundo real y darse cuanta de que los demás no le quieren como su madre lo hizo) y parecer afeminado. Después de todo, no existe ninguna razón por la que tenga que identificarse con su padre. De la misma manera, si una niña es la princesita de papá y su mejor colega y mamá ha sido relegada a una posición casi de sirvienta, la chica será muy superficial y egocéntrica, o por el contrario muy masculina.

Estos distintos caracteres fálicos demuestran un punto importante de la caracterología freudiana: los extremos conllevan a los extremos. Si usted se encuentra frustrado o es demasiado indulgente, tiene problemas.. Y, aunque cada problema tiende a desarrollar ciertas características, éstas últimas pueden ser fácilmente reversibles. Así, por ejemplo, una persona anal-retentiva puede volverse excesivamente generosa o ser bastante desorganizada en algunos aspectos de su vida. Esto puede llegar a ser suficientemente frustrante para los científicos, pero de hecho es la realidad de la personalidad.

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