domingo, 10 de septiembre de 2017

El trastorno de déficit de atención





https://elpais.com/elpais/2017/06/23/ciencia/1498213275_166491.html



El trastorno de déficit de atención afecta a un creciente número de niños, y abre el debate en torno a los sobrediagnósticos


La atención es la ventana a través de la cual el cerebro se asoma al mundo que le rodea. Cuando el niño nace, apenas es capaz de dirigir su interés hacia el mundo exterior. Inicialmente sólo presta atención a sus propias sensaciones llorando cuando tiene hambre, sueño, frío o se siente solo. Poco a poco comienza a fijarla en el pezón de la madre que destaca como una forma más oscura en el horizonte. A partir de ahí comienza un largo viaje en el que el niño va aprendiendo que atender ciertos estímulos conlleva una serie de beneficios.


A las pocas semanas el niño reconoce con facilidad objetos que emiten ruido o se mueven; por eso los sonajeros captan su interés. Los padres hacen todo tipo de carantoñas con juguetes o con las manos para dirigir su atención,de ahí los cinco lobitos. Pero también comienzan, de manera instintiva a ayudarle a fijarla en estímulos inmóviles. Primero un árbol que mece sus hojas con suavidad, luego una foto en la que sale junto a su mamá y, más adelante, un cuento en el que casi no pasa nada.


Así, el niño comienza a desarrollar una habilidad tremendamente compleja, que es la de controlar la propia atención y dirigirla no sólo a aquellos estímulos que se mueven, sino también a aquellos que están más quietos o son más aburridos. De esta forma crecerá siendo capaz de atender a su profesor, aunque el compañero de al lado esté haciendo el tonto. Aprenderá a abstraerse con el libro que lee, aunque una mosca lo sobrevuele, y llegará a ser capaz de concentrarse al volante, a pesar de que la carretera sea una larga recta y su cerebro esté cansado.

Dominar la atención y ser capaz de eliminar otros estímulos que intentan distraernos es una habilidad que ofrece múltiples ventajas. Nos permite concentrarnos en lo que realmente queremos o deseamos, detectar detalles y matices que otros pasan por alto, aprender idiomas con más facilidad, persistir en nuestras metas hasta alcanzarlas o reducir los niveles de estrés.

Desde hace años vivimos un auténtico auge de un diagnóstico que provoca sufrimiento entre los más pequeños: el trastorno por déficit de atención (TDA). Desde los años setenta hasta 2010, el número de niños diagnosticados en Estados Unidos se multiplicó por siete. Desde 2000 hasta 2012, el número de recetas expedidas en Reino Unido para tratar este trastorno cognitivo se multiplicó por cuatro. Los factores que han provocado esta alza son muchos y complejos. Por una parte, la sensibilización de los pediatras ha hecho que se detecten con más eficacia. Por otra, la posibilidad de diagnosticarlo a partir de los tres años (en lugar de a los seis años) ha sido otro motivo para el aumento de la prevalencia.

Sin embargo, también hay otras razones que son más difíciles de entender. La más preocupante de todas ellas es el sobrediagnóstico: los expertos más alarmistas estiman que como mucho un 4% de la población infantil podría sufrir este trastorno y, sin embargo, la realidad es que un 10% de los niños en nuestro país tomarán medicación para el TDA en algún momento de su vida escolar.

Las razones que llevan al sobrediagnóstico parecen ser muchas. Los padres pasan menos tiempo con los hijos y esto parece interferir en el desarrollo de habilidades como el autocontrol o la capacidad para sobrellevar la frustración. Los colegios tienen menos paciencia con los alumnos difíciles o que no están tan motivados para aprender, en muchos casos presionados por los resultados académicos de la escuela en su conjunto.

También nos encontramos con la intrusión de las nuevas tecnologías en el cerebro en desarrollo de nuestros hijos. Desde los años ochenta sabemos que más tiempo frente al televisor se traduce en menos paciencia y autocontrol, peor desarrollo madurativo de la atención y mayores tasas de fracaso escolar. La razón es muy sencilla, cuando el niño juega, dibuja o interacciona con sus padres o hermanos, su cerebro debe dirigir la atención voluntariamente a aquellos estímulos o personas con los que interacciona. Cuando se sienta frente al televisor es la tele la que atrapa el interés del niño y hace todo el trabajo.

Por eso nos gusta ver la tele y engancharnos al móvil, no porque estimulen nuestro cerebro, sino porque nos entretienen, nos relajan. Hoy, los dispositivos móviles se utilizan para distraer al niño cuando se tiene que concentrar en terminar una papilla. Para entretener al niño cuando tiene que esperar en el pediatra. Para despistar al niño cuando tiene que esforzarse en ponerse el pijama al final del día. Con este tipo de estrategias parece sensato que el cerebro aprenda que cada vez que tiene que esforzarse, concentrarse o esperar quieto…, tiene permiso para distraerse.

Sin lugar a dudas estamos educando niños menos pacientes, menos atentos y con menor capacidad de esfuerzo, reflejo de una generación de padres menos pacientes y que damos menos valor a hacer las cosas despacio.

Todo ello lleva a que muchos niños sean llevados a un especialista que observa en él todos los síntomas necesarios para el diagnóstico: poco autocontrol, distracción o falta de motivación. En el caso de muchos niños el diagnóstico y el tratamiento son acertados. Para muchos otros, creemos, el trastorno por déficit de atención es un estigma de una sociedad que va demasiado deprisa para educar despacio.

Algunos niños, con ayuda de sus padres, profesores o terapeutas van desarrollando habilidades cognitivas como un mayor autocontrol o paciencia que permiten reducir y compensar las dificultades atencionales. A medida que se hacen mayores suelen preferir y encajar bien en trabajos que les permiten moverse y hacer cosas diversas a lo largo del día.

Pero pueden seguir existiendo desafíos en la vida cotidiana. Muchos los encuentran cuando tienen sus propios hijos y la paciencia, el orden o la organización vuelve a ser un elemento adaptativo fundamental. Algunos adultos con dificultades de atención no experimentan ninguna dificultad en su vida cotidiana, otros se regulan gracias a la medicación y un tercer grupo sufre muchas de estas dificultades pero no tiene ni idea de que el origen esté en una alteración de sus procesos atencionales y ejecutivos, ni conoce cómo compensarlos.





apegos sanos o insanos


https://elpais.com/cultura/2017/09/09/actualidad/1504959396_996191.html


El psiquiatra Diego Figuera cree que lo que somos está marcado por la forma en que nos criaron en la infancia




El psiquiatra Diego Figuera sale del Hospital de Día de Ponzano (Madrid) rodeado de pacientes y familias. Hay besos, abrazos, se respira camaradería. Hoy es la primera sesión interfamiliar después del verano. Se trata de unos encuentros que Figuera pergeñó para que sus enfermos pudieran aprender del comportamiento de los otros. Y aprenden. Descargan angustia. Se sienten menos solos. Aun siendo siempre discutida por sectores más ortodoxos de la psiquiatría esta manera comunitaria y afectiva de entender la profesión a Diego Figuera le funciona. El año pasado el Ayuntamiento de Madrid le concedió la Medalla de la Ciudad en reconocimiento a una labor en la que vuelca el conocimiento científico que le inculcó su padre (el primer cirujano que realizó un trasplante de corazón en España) y una actitud creativa que aprendió de su madre, pintora. Figuera entiende que mucho de lo que somos está marcado por la manera en que fuimos criados, por el apego, ese término usado no siempre de la manera más sensata, pero que él nos explica con la pasión y la claridad de quien disfruta a diario de su profesión.



-Apego es un término que definió el psicoanalista y psiquiatra John Bowlby, que analizó las carencias de los niños huérfanos de la II Guerra Mundial. Se dio cuenta Bowlby de que necesitamos a unas figuras que nos cuiden, fundamentalmente, para tener seguridad. Cuando somos muy pequeños, seguridad física, algo que nos viene de la evolución de las especies, porque apego tienen también los animales. Nacemos inválidos, indefensos, ante los depredadores. Bowlby afirmó que nuestra necesidad de apego no es secundaria a la alimentación, como hasta el momento defendían los psicoanalistas. Si estamos inseguros en la crianza no aprendemos bien porque andamos siempre con las señales de peligro encendidas. La relación de cuidados físicos, emocionales y mentales va cambiando en las fases del desarrollo. Un apego seguro se suele considerar terminado en el año y medio. Por eso, hoy en día, se considera tan importante un permiso de maternidad y paternidad como mínimo de un año.

-El apego es una necesidad básica determinada por la especie. Necesitamos cariño, sostén y alimentación. En función de cómo sean esos cuidados salimos con resistencia a la adversidad o con vulnerabilidad, lo cual es un factor de riesgo muy importante en cuanto a la posibilidad de padecer enfermedades mentales a partir de la adolescencia.


-Hay apegos sanos o insanos. El apego seguro es el que nos hace resilientes. No significa que estemos todo el día pegados al niño. Al contrario, hay que promover su autonomía según las fases; en cada edad el niño necesita un tipo de relación afectiva, cognitiva y conductual distinta. Si nos pasamos de listos o de cortos nos vamos a apegos inseguros. Por ejemplo, la sobreprotección da un apego inseguro y con menos resistencia a la adversidad. Es el mal de la sociedad moderna.

-Los trastornos de personalidad están íntimamente relacionados con nuestra forma de vida. El estilo de crianza influye enormemente. Si a un niño se le cría en un apego seguro la probabilidad de tener enfermedades mentales es baja, en general.

-Un apego sano promueve la autonomía personal. En cada momento tenemos que estar separados un poco de nuestros hijos para que exploren, para que se relacionen con el mundo. El exceso de preocupación se relaciona con el trastorno límite de la personalidad. En crianzas muy sobreprotectoras los hijos hacen rupturas muy fuertes con los padres en la adolescencia, los castigan.

-Hoy en día ya no separamos lo biológico de lo psicológico, está interrelacionado de manera compleja. Lo biológico parece que a los psiquiatras nos daba tradicionalmente nuestra entidad como médicos, pero hoy en día creemos que el psiquiatra debe ser alguien más polifacético, tener más intereses, de la filosofía, de la psicología, de la etología, de la neurociencia.

-El otro apego que favorece el trastorno mental es el apego inseguro, evitativo, que es todo lo contrario, el de unos padres excesivamente despegados. Se ha dado mucho en las educaciones británicas. El niño se separa desde muy joven, y lo importante es la rectitud. Es un apego que se relaciona con figuras paternas muy potentes. Tiende más a dar vulnerabilidad a la psicosis, porque te enseñan a fiarte solo de ti mismo, a pensar que vives en un mundo hostil, persecutorio, que mostrar afectos es de blandos, y hay que ser individualista, hay que triunfar. Son trastornos más cercanos al narcisismo.

-Y lo más tóxico de todo es la ausencia de las relaciones de apego. Lo que llamamos el apego desorganizado. Malos tratos, abusos, violencia física, orfanatos duros. Esos chicos muestran patologías desde muy pequeños. Son niños muy psicopáticos, los que torturan al gato, que maltratan a otros niños. Si no hay apego, no hay empatía.

-Nunca recomiendo a un enfermo sólo la medicación. La medicación, esto es importante dejarlo claro, está basada en síntomas, no en el diagnóstico de una enfermedad. Tenemos medicinas para síntomas, pero no curan. Eso provoca una gran confusión. Lo más peligroso para un enfermo es dejar de tomar una medicación de golpe.

-La mayoría de nuestros pacientes vienen con su familia, padres, hermanos, todos en tropel. España es muy gregaria. En Estados Unidos, no, allí van solos. Aquí la lucha de los familiares es por afán de participar, porque la psiquiatría española les da muy poco espacio. Al principio, los pacientes quieren estar solos en consulta, a partir de ahí vamos negociando y tratamos de cambiar las ideas preconcebidas de lo que es peor o mejor. Les convences de que es más eficaz estudiar su problema en relación al entorno familiar.

-Cuando un paciente acepta estar en un grupo de terapia con más familias es porque quiere aprender. Tú vas viendo los cambios que experimentan. En la vida se aprende mucho a través del otro. Muchos asistentes no hablan, pero sabes que se están transformando. Luego te lo dicen: me sirve mucho aunque no me atreva a hablar. Y es que el cerebro aprende por imitación.

-Creemos que los enfermos mentales son potencialmente peligrosos porque son imprevisibles y nos hacen estar alerta. Pero estadísticamente sabemos que estos pacientes tienen un índice de delitos mucho menor que la población general. Los terroristas no están locos, no. De hecho, no se les suele aceptar en grupos sectarios de este tipo porque no se fían de ellos. Probablemente son inmaduros, inadaptados, pero no es locura.

-Nosotros luchamos para trabajar en comunidad y poner en segundo lugar la medicación. Lo hacemos unidos a los movimientos de desmedicalización de los propios pacientes, que reivindican que no están enfermos sino que tienen síntomas, porque en la vida lo importante es la funcionalidad: si funcionas, no eres un enfermo. Pero nos alerta el aumento enorme de la psiquiatría cosmética, promocionada por la industria, por la impaciencia, más por su efecto de droga de la felicidad. Queremos evitar insomnios, fobias, miedos, y vamos a lo fácil, pero esas dificultades se tratan mejor con terapia. La medicación es un gran mal de nuestro tiempo. Aceptamos una sociedad medicalizada para alcanzar el máximo de nuestro rendimiento y acabamos siendo esclavos. Necesitamos drogas, siempre se han necesitado, pero ahora tratamos de borrar cualquier contratiempo.

-Lo que pretende nuestro equipo es ser flexible y creativo: hacemos una amalgama de tratamientos, mezclando aspectos del psicoanálisis con terapias puntuales cognitivas; estudiamos las necesidades sociales o económicas o buscamos mini residencias cuando la vida en las casas es tóxica. Lo básico es la psiquiatría comunitaria, de barrio, en la cual impliquemos a la sociedad lo máximo posible. Queremos salir de los lugares psiquiátricos, preferimos los centros de salud mental primaria al hospital; desearíamos tener accesibilidad a bibliotecas, asociaciones de vecinos... para demostrar que nuestros pacientes están mejor de lo que parece. Instamos a familias y pacientes a ser dueños de su tratamiento y nosotros les hacemos sugerencias. En España estamos muy atrasados en la participación activa del usuario, porque el modelo de psiquiatra ha sido el de "usted cállese y yo le voy a decir lo que tiene que hacer". Ya no, nuestro trabajo es artesano, cada historia nos lleva a adaptarnos a la necesidad del paciente. Y no hemos tenido presiones de la administración, ¿por qué? Porque venimos demostrando que somos eficaces. Yo tengo la obligación de cumplir unos objetivos de gestión clínica y quien nos supervisa ve que por paciente y año hemos disminuido a un ochenta por ciento los ingresos, disminuido el consumo de fármacos otro ochenta por ciento, las bajas laborales son mínimas, ve que no ha habido agresiones, que no hay recaídas. Al final sale más barato y es más eficiente.

-La psicosis siempre se ha mantenido como la enfermedad mental por excelencia, anda siempre entre el 1 al 2 por ciento. Pero han ido aumentando los trastornos de la personalidad y hoy en día ocupan un rango entre el 4 y el 5 por ciento. Pienso que tiene que ver con que criamos a nuestros hijos de manera insegura, con mucha más permisividad hacia consumos de tóxicos y en situaciones muy caóticas que son poco eficientes para que los chicos sean autónomos. Hay un cambio muy brusco de la sobreprotección a pedirle de pronto a un hijo que sea un tío genial, porque "es lo que me debes teniendo en cuenta lo que he hecho por ti". Y ahí los jóvenes se rompen.

-Yo suelo dibujar un vaso a mis familias para explicar los factores que influyen en la enfermedad mental: en la base está lo biológico, ese tanto por ciento que nos deja una herencia genética; después, la crianza, hay crianzas seguras que disminuyen la probabilidad de una herencia biológica y son un favor de resistencia a la adversidad; luego, la adolescencia, cuando se fragua la personalidad; más arriba, el consumo de tóxicos, que cambia la bioquímica cerebral y la manera en que nos relacionamos con el mundo; por encima, los aspectos sociales, la pobreza, por ejemplo, que es un factor de riesgo para la psicosis, y luego, el trauma. La capacidad para superar un trauma está muy relacionada con el apego que hemos tenido. Si pierdes a tu padre pero tienes unas relaciones seguras que te permiten disolver el trauma, lo vivirás mejor. Por último, está cómo manejamos el estrés cotidiano. Un chico o una chica a los que les fallen varios de estos factores, que están interrelacionados, con un fracaso amoroso se vienen abajo.

-Los países pobres tienen menos incidencia de enfermedad mental y la viven de una manera más adaptativa, sin embargo, los pobres o los inmigrantes de un país desarrollado están sometidos a unas exigencias cotidianas muy fuertes que los hacen sin duda más vulnerables. En la enfermedad mental todo cuenta.

La conversación se hace corta porque, inevitablemente, escuchando al doctor Figuera uno cree vislumbrar muchas claves de la relación que mantuvimos con nuestros padres o de la que hoy tenemos con nuestros hijos.



miércoles, 28 de junio de 2017

DINÁMICA DE GRUPO


tecnicas-de-animacion-grupal


Existen diferentes técnicas para formar grupos.
Los grupos pueden ser temporales o permanentes.
Podemos tener en cuenta el género, podemos formar grupos puros o mixtos, podemos entonces observar las actitudes hacia el otro género
Podemos considerar que no es importante la composición concreta del grupo, pues todos los individuos son equivalentes, o podemos considerar que la composición es importante, pues en todo grupo debe haber un líder o en su defecto una lucha por el poder.
Podemos formar grupos usando el azar, las afinidades personales o la personalidad de sus miembros.


POR AZAR

Por la fecha de cumpleaños

Por la altura

Repartiendo tarjetas de colores, naipes, trozos de textos, partes de un puzzle, etc




POR AFINIDADES PERSONALES


DOBLES PAREJAS

Primero se forman parejas, luego las parejas se unen. Si el número de miembros debe ser impar, las últimas parejas tendrán que romperse para unirse a un grupo.


DOBLE CIRCULO

Los alumnos, tomados de la mano, formen dos círculos, uno dentro de otro, enfrentándose cara a cara. Una vez realizado, los círculos deberán comenzar a moverse en forma opuesta, cantando, todos juntos, una canción en común.

Cuando el docente observe que ambos círculos están girando y cantando a la par, deberá decir un número en vos alta. Cuando los participantes lo escuchen tendrán que formar grupos cuya cantidad de personas deberá ser igual a dicho número. Así se irá repitiendo la actividad, disminuyendo el número hasta que grupos tengan el número de personas adecuado.

EL AVISO CLASIFICADO

Se les pide a los participantes que confeccionen un aviso clasificado, vendiéndose. Luego, se ponen en círculos interior y exterior y se van mostrando los avisos unos a otros hasta dar la vuelta completa. Después, se elige a alguien que comience diciendo a quién compraría y porqué.


POR LA PERSONALIDAD

Los mejores equipos tienen introvertidos y extrovertidos. “Si juzgas a un pez por su habilidad de subir un árbol, creerá toda su vida que es estúpido” Albert Einstein. Muchas empresas motivan a sus empleados a abrirse y ser más extrovertidos. Aunque los tímidos no tiendan a dar una buena primera impresión, han probado ser miembros clave para los equipos. 
Para conocer la personalidad de un individuo podemos observarle en distintas situaciones o hacerle un test de personalidad.


EL BARCO

Para este caso el docente dibujará en la pizarra un barco navegando en el mar (puede utilizarse un vídeo) y explicará al grupo que la tripulación de dicho barco está formada por un médico, un agricultor, un ingeniero, una prostituta, un deportista, un sacerdote, un toxicómano, un profesor y un cocinero. Las profesiones pueden variar o incluso cada individuo podría elegir la suya.

Otra lista de personas para elegir podría ser:

- Una prostituta de 24 años.
- Un cura joven.
- Una médica de 50 años.
- Una gitana de 20 años.
- Un niño de 10 años.
- Un ingeniero de 40 años.
- Un estudiante de Marruecos.
- Un profesor de instituto de 65 años.
- Un músico homosexual.
- Un físico nuclear paralítico.

Otra lista de personas para elegir podría ser:

- Un violinista, de 40 años, drogadicto.
- Un abogado, de 25 años y su mujer, de 24 años, que acaba de salir del manicomio. Ambos tienen que quedarse juntos.
- Un sacerdote, de 75 años.
- Una prostituta de 34 años.
- Un ateo, de 20 años, autor de varios asesinatos.
- Una universitaria que hizo voto de castidad.
- Un físico, de 28 años, que solamente aceptaría entrar si puede llevar consigo una pistola.
- Una niña, de 12 años y Sindrome de Down.
- Un homosexual, de 47 años, que sufre ataques de epilepsia.

Luego dirá que de pronto el barco pierde el rumbo y el barco naufraga, pero logran conseguir una pequeña balsa con capacidad para cuatro personas.

A continuación, cada participante debe escribir en una hoja o discutir: ¿a quién salvaría? y ¿por qué?

Será importante observar quiénes participan más. La dinámica permite trabajar distintos tipos de prejuicios. Su objetivo principal es hacer conscientes a los participantes de que poseen estereotipos y prejuicios.



TEST DE LA CASA

Es un test proyectivo, consiste en dibujar una casa. El tamaño, las ventanas y los detalles nos dan información del individuo.


TEST DEL ÁRBOL

Lo mismo con un árbol. La interpretación se puede buscar en youtube, en internet o en este enlace:

http://psiflor.blogspot.com.es/2016/09/httpwww.html




domingo, 30 de abril de 2017

532

Utiliza su iniciativa personal para realizar un cuadro esquemático, en colaboración grupal y utilizando medios informáticos, acerca de las características relativas a algunos de los diferentes tipos de trastornos, p. ej. los asociados a las necesidades biológicas y las adicciones (sexuales, alimentarios, drogodependencias), a las emociones (ansiedad y depresión), a elementos corporales (psicosomáticos, somatomorfos y disociativos), a la personalidad (esquizoide, paranoide, limítrofe, dependiente, narcisista, antisocial), al desarrollo evolutivo (autismo, retraso mental, déficit de atención e hiperactividad, del aprendizaje, asociados a la vejez), etc.


TRASTORNOS ASOCIADOS A NECESIDADES BIOLÓGICAS Y ADICCIONES.

1. Trastornos de la alimentación: son desórdenes en la alimentación.

Anorexia nerviosa o mental: la persona que la padece se niega de manera voluntaria a comer y experimenta una alarmante pérdida de peso. Cuando la delgadez se hace patente y la familia les obliga a comer fingen haber comido, esconden la comida, provocan el vómito, toman laxantes y diuréticos, etc. Las personas con anorexia tienen una fuerte distorsión de su imagen corporal, ya que perciben su cuerpo de forma equivocada: se ven “gordas o gordos y pocos atractivos”. Las causas de esta anomalía no están muy claras. Entre sus causas pueden estar el rechazo inconsciente de la propia imagen, el miedo a crecer, conflictos familiares, trastorno hormonal, déficit hipotalámico, culto al cuerpo, etc.

Bulimia nerviosa: crisis de apetito voraz e incontrolado. Es frecuente que se combine con la actitud anoréxica, y el paciente, después de cada comida desordenada, intente vomitar. La lucha entre la atracción por la comida y el rechazo posterior se vive con ansiedad, sentimientos de culpa y autodesprecio. Normalmente, la ingestión exagerada de comida se inicia como compensación por un disgusto o fracaso.

2. Trastornos de la impulsividad y adicciones: dificultad para controlar determinadas tendencias o apetitos que el sujeto considera placenteros o urgentes de satisfacer, sin que otro tipo de razones (económicas, familiares, éticas, etc.) puedan frenar esta tendencia a pasar al acto. Aquí estarían, entre otros, los siguientes trastornos: comprador compulsivo, ludopatías, cleptomanía, drogodependencias, alcoholismo, adicción al sexo, adicción tecnológica (móvil, internet…), etc.

3. Trastornos de la sexualidad: los más frecuentes son en los hombres, la impotencia, la eyaculación precoz y la falta de interés sexual; en las mujeres, la falta de deseo o de excitación sexual, la falta de orgasmo y el vaginismo.


TRASTORNOS ASOCIADOS A LAS EMOCIONES 

1. Ansiedad
estado de aprensión o tensión acompañado de conductas de evitación ante situaciones consideradas irracionalmente amenazantes o peligrosas. La ansiedad suele ir acompañada de manifestaciones fisiológicas como la sudoración, palpitaciones, tensión muscular, ahogo…, y no se considera patológica cuando la respuesta es proporcionada a la situación.

Los trastornos de ansiedad se suelen agrupar en distintas categorías:

a) Trastornos fóbicos (fobias): temores irracionales ante una situación, objeto o actividad. Las más comunes son la agorafobia (temor a los lugares públicos) o la claustrofobia (pánico a los lugares cerrados.)

b) Trastorno obsesivo – compulsivo. Aquí entrarían las obsesiones del pensamiento, ideas, imágenes o recuerdos que se imponen a la conciencia de un modo involuntario, aunque se consideren generalmente repugnantes o sin sentido. Por ejemplo, dudar sistemáticamente de haber realizado alguna acción. También las compulsiones que son conductas repetitivas, hechas siempre de la misma manera que se realizan en respuesta a una obsesión, sin sentido y con finalidades preventivas de tipo “mágico”.
Tener de vez en cuando pensamientos obsesivos o conductas compulsivas es muy habitual, pero cuando llegan a ser persistentes e interfieren en el modo de vivir o provocan angustia estamos ante una situación patológica. Por ejemplo, verificar que se ha cerrado la llave del gas es normal, verificarlo 10 veces no lo es.

c) Trastornos del estrés postraumático: aparece después de haber vivido situaciones traumáticas: accidente, agresión, catástrofes naturales, etc. Quienes lo padecen reviven la agresión sufrida como un recuerdo constante, o, rehúyen hablar del acontecimiento y muestran síntomas de irritabilidad o insensibilidad cuando se les recuerda el hecho.

d) Ansiedad generalizada: la persona que lo sufre no puede identificar la causa de su trastorno y por tanto es incapaz de evitarlo. Freud la llamaba “ansiedad flotante”.

2) La depresión
sentimientos profundos de tristeza y desesperanza. Se considera clínica o depresión mayor cuando la persona sufre más de dos semanas seguidas la mayoría de los siguientes síntomas: desesperanza, crisis de llanto, trastornos del sueño y el apetito, desgana sexual, agotamiento, sentimientos negativos hacia uno mismo, y, en casos extremos, alucinaciones y delirios. Todo esto impide a la persona llevar una vida normal en el trabajo y las relaciones personales.

Hay distintos tipos de depresiones:

- Depresión reactiva: provocada por causas externas y que son bastante comunes e incluso pueden ser saludables hasta cierto punto, porque ayudan a asimilar el hecho.

- Depresión endógena: debida a causas orgánicas internas (bioquímicas, genéticas o neurológicas) y provocan que, sin motivo aparente, la persona que se encontraba bien hasta ese momento caiga en el abatimiento y la desesperanza. 

3) La manía: es la emoción opuesta a la depresión. Las personas con este trastorno aparentan una alegría desbordante, son hiperactivos y muestran un optimismo exagerado que unido a una autoestima sobrevalorada, hacen que la persona maníaca se arriesgue a emprender acciones inadecuadas en la confianza de que todo les va a ir bien.

4) Trastorno bipolar o psicosis maníaco-depresiva: alternancia de depresión y manía.

5) Indiferencia emocional: estado de insensibilidad, de anestesia afectiva, de frialdad emocional, y una situación de desapego psíquico, lo cual, si se vive así de forma inconsciente, ocasiona problemas de crecimiento personal y problemas sociales.

6) Dependencia afectiva: se manifiesta en las relaciones de pareja, familia o amistad. La persona dependiente se somete, idealiza y magnifica al otro. Para el dependiente esta situación afecta de forma negativa a su autoestima, y a su salud física y/o mental. Pese al malestar y al sufrimiento que la relación les cause se sienten incapaces de dejarla.


TRASTORNOS ASOCIADOS A ELEMENTOS CORPORALES

1. Los trastornos Picosomáticos
también llamados trastornos somatomorfos: grupo de enfermedades caracterizadas por molestias diversas, en mayor o menor grado difusas, que aquejan al paciente pero que no pueden ser explicadas por la existencia de una lesión orgánica, o al menos no de manera concluyente. 
Los pacientes suelen insistir en la presencia de síntomas físicos como dolor, inflamación, náuseas, vértigo, debilidad o lesiones, pero niegan tener problemas psiquiátricos, acompañado de demandas persistentes de exámenes y pruebas diagnósticas a pesar de que los hallazgos continuamente resultan negativos y de la garantía de los tratantes que los síntomas no tienen justificación orgánica. 
La sensación física reportada por los pacientes con trastornos somatomorfos no es ficticia o inventada, es sintomatología real que no tiene explicación o causa física. El diagnóstico de un trastorno somatomorfo implica que los factores psicológicos son un gran contribuyente a la aparición, gravedad y duración de los síntomas referidos. Los trastornos somatomorfos no son el resultado de simulación consciente.

Los más importantes son:
- Neurosis de conversión. Trastorno cuya causa es un conflicto psicológico que se convierte en un síntoma orgánico (EJ: ceguera sin lesión en el ojo). Los síntomas de la conversión no sólo existen por algo, sino para algo. Es decir, el trastorno de alguna manera le resulta útil a quien lo sufre, pues le libra de realizar determinadas cosas. (EJ: padecer dolores de cabeza cuando tenemos que ir a algún lugar que no nos apetece nos excusa de hacerlo.)

- Hipocondría. Su síntoma capital es la preocupación excesiva del paciente por su salud. Temores infundados, abuso de medicamentos y asistencia a consulta, etc.

2.Trastornos disociativos
cuando la persona sufre una súbita pérdida de memoria o experimenta un cambio de identidad. Suelen ocurrir en situaciones extremas de tensión, en los que el conocimiento consciente se separa de los recuerdos, sentimientos o pensamientos anteriores. Hay varios tipos:

- Amnesia: incapacidad para recordar hechos o situaciones. Es la respuesta a un estrés psicológico intolerable y suele ser selectiva, es decir, se olvida lo que resulta especialmente doloroso. Aparece y desaparece súbitamente.

- Fuga: supone también un olvido, pero implica además una huida: de la propia casa y de la propia identidad. Después se recuerda la identidad pero no lo que ocurrió durante la fuga.

- Personalidades múltiples: amplia disociación del yo, hasta tal punto que las personas que lo sufren tiene dos o más personalidades diferenciadas, con pautas de conducta y relaciones sociales propias, y, por supuesto, con comportamientos muy diversos. Las distintas personalidades no se manifiestan simultáneamente, sino que se alternan entre sí, de modo que se pasa bruscamente de una a otra. Generalmente, existe una personalidad principal que convive con otras personalidades secundarias. La causa estaría en un trauma infantil (abusos) y representan un esfuerzo desesperado para huir de su propio interior.


TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD

Se producen cuando el comportamiento y los rasgos que forman la personalidad se desorganizan de tal modo que provocan un deterioro y una inadaptación en las relaciones sociales y en la vida laboral. Algunos de ellos son:

1. Trastorno antisocial, psicopatía, sociopatía. La persona que lo padece viola reiteradamente las normas de conducta, en el hogar y frente a la sociedad. Con su conducta hace sufrir a los demás, aunque no acusa sufrimiento propio ni sentimiento de culpa. Suelen aparece antes de los 15 años y se caracterizan por la falta de reflexión ante las consecuencias de la actuación, pobreza sentimental o carencia en la capacidad de sentir amor, pena, arrepentimiento, vergüenza, etc. La causa estaría en factores ambientales de privación afectiva y también en factores genéticos con anomalías en la función del sistema límbico.

2. Trastorno paranoide: las personas que lo padecen muestran rasgos de desconfianza, suspicacia, susceptibilidad, no aceptan las críticas, creen tener siempre razón y piensan que la culpa es siempre de los otros. Son orgullosos, fríos y con escaso sentido del humor.

3. Trastorno histriónico: personas que están muy pendientes de lo que opinen los demás, y tratan de impresionar con una conducta teatral, llamativa. Logran hacer amistades con facilidad, pero se convierten en posesivos, exigentes, egocéntricos, y reclaman constantemente la atención. Parece como si estuvieran “en escena” de modo permanente.

4. Trastorno esquizofrénico o esquizoide: son las que en líneas generales se suelen calificar como demencias (locura, psicosis), siendo su característica común la falta de lógica o la incomprensibilidad de la conducta, soliendo aparecer a edades tempranas. La esquizofrenia supone la escisión de los mecanismos psíquicos normales y que la mente funcione por leyes que están fuera de la lógica, dando como resultado comportamientos muy extraños. El esquizofrénico tiende a refugiarse en su mundo interior, aislándose del ambiente. Los síntomas más característicos son: sonoridad del pensamiento, alucinaciones auditivas, percepción delirante, sentimientos interferidos, alteraciones en el movimiento y la postura, etc. 
Los esquizofrénicos pueden sufrir delirios tales como creer que son enviados de Dios herederos al trono de Inglaterra o que los teléfonos les roban el cerebro, y están incapacitados para cualquier forma de trato social. Entre sus posibles causas estarían: el desequilibrio bioquímico cerebral (exceso de un neurotransmisor: la dopamina), la herencia genética, las infecciones víricas, el estrés grave y las lesiones cerebrales.

5. Trastorno narcisista: es un trastorno en el que una persona está excesivamente preocupada por la aceptación de los demás, el poder, el prestigio, la vanidad, y es mentalmente incapaz de ver el daño destructivo que está causando a sí mismo y a muchos otros.

6. Trastorno de personalidad limítrofe o límite: es una afección mental por la cual una persona tiene patrones prolongados de inestabilidad emocional generalizada, pensamiento extremadamente polarizado y dicotómico, relaciones interpersonales caóticas, inestabilidad de la autoimagen y de la conducta, así como del sentido de identidad, que puede llevar a periodos de disociación.

7. Trastorno de personalidad dependiente: necesidad general y excesiva de que se ocupen de ellos (comportamiento de sumisión o adhesión), además de un gran temor de separación. Tienen dificultades para tomar las decisiones, de que otros asuman la responsabilidad en las áreas fundamentales de su vida; dificultades para expresar desacuerdo debido al temor a la pérdida de apoyo o aprobación, dificultades para iniciar proyectos o para hacer las cosas a su manera; deseo de lograr protección y apoyo de los demás; se siente incómodo o desamparado cuando está solo debido a sus temores exagerados, y cuando termina una relación importante, busca urgentemente otra relación; estando preocupado por el miedo al abandono y que tenga que cuidar de sí mismo.


TRASTORNOS ASOCIADOS AL DESARROLLO EVOLUTIVO

Están relacionados con el proceso de evolución y desarrollo del ser humano, desde su etapa embrionaria, hasta la vejez. Algunos de ellos son:

1. Autismo: Trastorno psicológico que se caracteriza por la intensa concentración de una persona en su propio mundo interior y la progresiva pérdida de contacto con la realidad exterior.

2. Retraso mental: La discapacidad cognitiva o discapacidad intelectual consiste en una adquisición lenta e incompleta de las habilidades cognitivas durante el desarrollo humano, que conduce finalmente a limitaciones sustanciales en el desenvolvimiento corriente. ...

3. Déficit de atención: Se trata de un trastorno del comportamiento caracterizado por distracción moderada a grave, periodos de atención breve, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas impulsivas.se caracteriza por dificultades para mantener la atención /concentración, hiperactividad o exceso de movimiento e impulsividad o dificultades en el control de los impulsos.

4. Hiperactividad: se caracteriza por un déficit de atención y un exceso de actividad motora (que desaparece con el tiempo.)

5. Trastornos de aprendizaje: afectan la forma en que el cerebro procesa la información, eso hace que, aunque la inteligencia sea normal o superior en el individuo, tiene dificultades para entender algunos conceptos, temas, áreas, etc.

6. Trastornos asociados a la vejez: se producen como consecuencia del proceso de envejecimiento. Algunos de ellos son la depresión, alzheimer, demencia senil, confusión mental, neurosis, psicosis y trastorno paranoide.



lunes, 24 de abril de 2017

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Analiza qué es el pensamiento, apreciando la validez tanto del razonamiento como de la creatividad en la resolución de problemas y la toma de decisiones. 

Nuestro pensamiento, nuestra capacidad de razonar y nuestra creatividad son elementos fundamentales en nuestra vida para tomar decisiones y resolver problemas que se nos presentan.

Dentro de la Psicología, el término pensamiento sirve para referirse a distintas funciones mentales tales como la elaboración de conceptos, la resolución de problemas, el razonamiento o la toma de decisiones. 

Existe una estrecha relación entre inteligencia y pensamiento. 
La inteligencia es la capacidad para resolver un problema nuevo. 
El pensamiento es la inteligencia interiorizada y no se apoya sobre un contacto directo con la realidad sino sobre símbolos o representaciones que se interponen entre las cosas y la mente (imágenes y conceptos.)

Los atributos más importantes del pensamiento son los conceptos y su expresión lingüística, las palabras. Un concepto es una representación mental o idea general, que se forma por abstracción, bajo la cual quedan subsumidas varias ideas individuales que guardan una relación de semejanza entre sí.

El proceso intelectual más característico del pensamiento es el razonamiento, proceso mediante el cual podemos extraer una conclusión a partir de una información previa, aplicando ciertas reglas; o dicho de otro modo, obtener algo nuevo a partir de algo ya conocido. 

Los métodos más habituales de razonamiento lógico son dos la deducción ( se parte de premisas generales para llegar a una conclusión menos general. La verdad de las conclusiones en el razonamiento deductivo depende de la verdad de las premisas); y la inducción (a partir de la observación de casos particulares, se infiere una conclusión más general; lo que permite solamente extraer conclusiones probables.)

La inteligencia y el pensamiento nos sirven para solucionar problemas. Un problema surge cuando queremos conseguir algo y los medios que tenemos a nuestra disposición para conseguirlo no nos sirven. Es decir, existe una meta más menos clara, pero no existe un camino claro para alcanzarla. Hay distintos modos de resolver un problema:

- Ensayo y error: probar soluciones, más o menos al azar, hasta dar con la solución correcta.

- Descomponer el problema o meta en submetas o estados intermedios, hasta la consecución del estado final.

- Creatividad o pensamiento creativo, posibilita el pensamiento divergente, aquel que da respuestas insólitas y genera enfoques nuevos sobre un problema. El pensamiento creativo permite crear algo nuevo, ya sea, una nueva teoría sobre el espacio, un cuadro o un modo más rápido de lavar un coche.

El proceso creativo se compone de distintas etapas: 
-preparación (acumular material y conocimientos), 
-incubación (espera, organizar material), 
-inspiración (es el momento creativo, la solución se presenta con claridad) 
-verificación (comprobar el valor de la solución.)

La resolución de problemas implica siempre la toma de decisiones, es decir, elegir entre varias alternativas posibles, sabiendo que las consecuencias de nuestra elección son inciertas. Según los psicólogos D. Wheeler e Irving Manis la toma de decisiones debe afrontarse con los siguientes pasos: 
-aceptar el reto cuando el problema es auténtico (no ignorarlo), 
-buscar alternativas y pensar los modos de alcanzarlas, 
-evaluar las alternativas haciendo un balance de aspectos positivos y negativos para cada una, 
-formular un compromiso (elegir la alternativa que aporte más beneficios y menos costos), y evaluar las consecuencias.



domingo, 23 de abril de 2017

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Utiliza y selecciona información acerca del estudio psicológico de las masas, realizado por Gustav Le Bon y elabora conclusiones acerca del poder de la persuasión, el contagio de sentimientos y emociones que se produce en las masas y sus efectos en la pérdida temporal de la personalidad individual y consciente del individuo. 

Indaga en la psicología de Erikson y destaca algunas de las causas psicológicas explicativas que señala acerca de los actos terroristas, el pensamiento radical e irracional que se pone de manifiesto en algunos seguidores de equipos deportivos, artistas, grupos políticos, religiosos, etc.




La psicología de masas es el estudio del comportamiento de los grupos colectivos. Es decir, esta rama se encarga de investigar por qué los individuos se contagian del comportamiento de los demás y se limitan a repetirlo sin cuestionarse nada. 

La psicología de masas se centra en la inexistencia de autonomía dentro de un grupo ya creado. Una persona que forma parte de una masa deja de ser independiente, se subordina al grupo al que pertenece. En el estudio de la Psicología de masas destacan autores como: McDougall, Gustave Le Bon, Kurt Lewin, Emile Durkheim, Alfred Adler, Sigmund Freud, etc.

La conducta de los seres humanos viene influenciada por el contagio que adquieren de los demás en los grupos colectivos. Una vez que el individuo forma parte de un grupo colectivo se deja llevar por los sentimientos y se une a estos, dejando de lado sus hábitos anteriores, sin cuestionarse si son correctos o no. El individuo inmerso en la masa tiene una conducta caracterizada por la impulsividad, intolerancia, inconsciencia, falta de perseverancia, falta de capacidad crítica, etc.

Para Gustave Le Bon (1841-1931), los seres humanos, al formar parte de una masa o grupo social, piensan y actúan de forma totalmente diferente a la que sentirían, pensarían y actuarían de manera individual. No es lo mismo actuar en un grupo que realizar una tarea de forma aislada. Para que los seres humanos formen un grupo colectivo tiene que haber algo que los una a todos en masa. 

Según Le Bon, al unirse las personas desaparecen las virtudes de estos y su peculiaridad. El ‘’Yo’’ deja de existir para crear un ‘’Nosotros’’. El poder de persuasión de la masa lleva a que el ser humano se contagie por las acciones de los otros, adapta características diferentes a las que ejerce de forma aislada. No tiene conciencia de sus actos porque se ha dejado contagiar por los sentimientos y emociones que se producen en las masas. Asimismo, Le Bon cree que la masa es impulsiva, voluble y excitable, ya que aparece un sentimiento de omnipotencia y el ciudadano ya no ve nada imposible. Hay mayor oportunidad de supervivencia en el conjunto, en la masa, que de manera individual. El individuo, inmerso en la masa, formando parte de ella, tiene una pérdida temporal de su personalidad individual y consciente como individuo.


Erik Erikson (1902-1994), cree que un denominador común de todos los fenómenos de masas es el amor o aceptación para el grupo y el odio o rechazo hacia aquéllos que no pertenecen a él. Esto es aplicable tanto a nacionalismos y religiones como a las pandillas de barrio o a los seguidores de un equipo de fútbol. El individuo extirpa lo malo de su líder, de su grupo —y de sí mismo—, y se lo implanta al enemigo. Además, se apropia de los atributos buenos que los rivales puedan tener. Es en estas circunstancias se puede encontrar no sólo aceptable, sino como obligación, la eliminación de los oponentes, depositarios de la maldad. Así se consigue justificar los actos violentos (terrorismo, guerra). 

El objetivo psicológico es el de agrupar a la comunidad en situaciones de amenaza. Pero esta amenaza puede ser real, fabricada o delirante.




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Realiza una presentación, colaborando en grupo y utilizando medios informáticos, sobre el proceso de socialización humana y la influencia de los grupos, los roles y los status sociales en el desarrollo de la persona.



La socialización es un proceso por el que el sujeto va adquiriendo patrones de conducta que le permiten acceder e integrarse en la sociedad en la que desarrolla su vida, proceso que influye de forma decisiva en su desarrollo como persona.

Socializarse es adquirir cultura: conocimientos, símbolos, valores y pautas de comportamientos de la sociedad y de los grupos sociales que rodean al sujeto, y por eso, las diferencias entre culturas marcan diferencias de socialización y desarrollo personal. 

El proceso de socialización es inseparable del proceso general de educación, se inicia desde el nacimiento, dura toda la vida, y es interactivo, pues el sujeto no es un depósito a llenar, o algo pasivo, sino que interviene de forma activa en el proceso, construyéndose a sí mismo.

La Sociología distingue tres áreas en los contenidos de la socialización: aprendizajes básicos para vivir en sociedad (comer, hablar, relaciones,…), conocimientos complejos (habilidades profesionales, conocimientos y comportamientos sociales), y los roles sociales (patrones de conducta de acuerdo a situaciones y posiciones concretas). La socialización tiene diferentes funciones: enculturación, adaptación social, satisfacción de necesidades, cambio social y estructura de la personalidad.

Hemos de distinguir entre dos tipos de socialización:

- Intencional: voluntaria y metódica, que será la educación propiamente dicha (escuela.)

- Funcional: involuntaria, se produce en las estructuras e instituciones sociales en las que viven el niño y el adulto. Aquí estarían la familia, los grupos de iguales, los medios de comunicación, etc.

Los agentes de socialización son muy diversos:

a) Marco familiar: padre, madre, hermanos y hermanas, y otros (abuelos…)

b) Marco escolar: profesorado, compañeros, diseños curriculares, organización y relaciones, etc.

c) Marco social: clase y nivel económico (estatus), contexto social y cultural, hábitat, grupos de iguales, vivienda, servicios, grupo étnico, marco profesional, roles sociales, etc.

d) Medios de comunicación: publicaciones, cine, radio, televisión, prensa, ordenador, Internet, etc.

Los grupos sociales pueden clasificarse de múltiples formas.
Según las relaciones de afectividad, pueden clasificarse en grupos primarios y grupos secundarios. Los grupos primarios o comunidades son fundamentales para la formación de la sociedad y se basan en unas relaciones de intimidad y afectividad entre sus miembros, como por ejemplo, la familia o el grupo de amigos. Los grupos secundarios o asociaciones se basan en las relaciones de interés; aquí estarían un club deportivo, una asociación ecologista, un partido político, una empresa, etc.

Según la organización y estructura del grupo podemos distinguir entre grupos formales y grupos informales. En los grupos formales hay unas normas fijas y claras (reglamento) que marcan las relaciones entre sus miembros, que son sustituibles, sin que por ello deje de existir el grupo. Los grupos informales son más flexibles y se basan en relaciones personales de simpatía, cordialidad, satisfacción, etc.

Dentro de los grupos, desempeñamos papeles o roles, que son el conjunto de expectativas de comportamiento que se atribuye a cada posición social. Un papel que ha sido objeto de interés en el estudio del funcionamiento de los grupos es el del líder, el de la persona que ejerce más influencia sobre la conducta de los miembros del grupo.